El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, confía en que España salga de la crisis de forma definitiva a finales de este año, aunque ha advertido de que los riesgos políticos pueden generar problemas de confianza que harían no alcanzar la meta de déficit de 2016.
De Guindos ha hecho un balance económico de la legislatura del PP tras el Consejo de Ministros de hoy y ha sido claro al advertir sobre el perjuicio que puede ocasionar un nuevo Gobierno que revierta las reformas ya acometidas o que no tenga una posición “tan clara” sobre Cataluña como el actual Ejecutivo.
El ministro ha recordado que España ha vivido la peor crisis de su historia, sobre todo en el ámbito laboral, y cree que, si se cumplen las proyecciones de los analistas, la actividad económica volverá al inicio de antes de la crisis “a finales de este ejercicio”.
“Hoy la economía española mira al futuro de una forma completamente diferente”, ha afirmado, a la vez que también ha alertado de que el problema fundamental es que haya una desaceleración intensa “por problemas de confianza y de credibilidad” por la coyuntura política, algo que “sin la más mínima duda” hará que no se cumpla el objetivo de déficit.
En este sentido, ha incidido en que el próximo Gobierno deberá actualizar los datos del cierre de 2015 y ha añadido que la principal incertidumbre sobre una posible desviación en el déficit previsto vendrá por las cuentas de las comunidades autónomas.
De Guindos ha afirmado que la recuperación de la economía está siendo intensa y “fuerte” y ha pedido cuidarla entre todos.
Ha repasado la evolución del PIB y del empleo desde 2012 hasta 2015 y ha destacado que actualmente el ritmo de crecimiento de España es el doble que el de la zona euro, mientras que el de creación de empleo se triplica con respecto a la media de la Eurozona.
Según el ministro, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que se conocerán el jueves mostrarán que 2015 será el año en el que el ritmo de reducción de desempleo ha sido el más intenso.
De Guindos ha valorado el crecimiento de la actividad exportadora, que ha pasado de representar el 25 % del PIB en 2008 al 33,6 % en 2015, en sustitución de la construcción, cuyo peso era del 20 % del PIB y ha pasado a la mitad el año pasado.
En cuanto a la elevada deuda pública, De Guindos está convencido de que en los próximos meses empezará a reducirse la proporción de deuda sobre PIB, al tiempo que ha destacado la disminución del endeudamiento de familias y empresas, que ha bajado en 450.000 millones de euros desde 2010.
“Esto se refleja en todos los indicadores del Tesoro español”, ha recordado al señalar que la caída del coste de las emisiones de deuda pública alcanzó un mínimo histórico del 0,84 % a finales de 2015.
El ministro ha negado que la caída de las bolsas internacionales registrada desde comienzos de año anticipe una nueva “gran depresión” mundial.
Aunque ha explicado que se está produciendo una desaceleración económica centrada en los países emergentes, especialmente en China, que coincide con un endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, ha considerado que “tampoco podemos exagerar”.
“Hay gente que empieza a hablar de la gran depresión de nuevo. No. Hay una desaceleración de la economía mundial y un ajuste en los mercados de capitales, y hay una caída muy intensa del precio de las materias primas, sobre todo del petróleo, que tiene una parte positiva y otra negativa”, ha recordado.
El titular económico en funciones ha vuelto a resaltar la “velocidad de crucero” en el crecimiento del PIB, que sitúa en el 3,5 %, en tasa anualizada, y el crecimiento del empleo “claramente por encima del medio millón de puestos de trabajo”.