“¿Otra vez? No puede ser”, comentó una vecina ayer, a media mañana, al pasar por la puerta de la tienda de telefonía Orange situada en la Rambla de Francesc Macià, en Sant Pere Nord. Y la vecina llevaba bien las cuentas: “Aquí han robado ya tres veces en poco más de un mes”. En efecto, tres veces han irrumpido en un intervalo de 45 días grupos de ladrones en el establecimiento, eso sin contar que en la primera ocasión hubo dos robos en una misma noche. Ayer, de madrugada, unos tipos desvalijaron la tienda, a la que accedieron luego de destrozar a golpes el aparador.
El asalto fue perpetrado a las 3.45 de la madrugada por dos tipos. Al menos, a dos tipos vio un vecino que fue testigo del allanamiento. Poco más se sabe de los delincuentes, que huyeron tras el saqueo en un coche oscuro. Esta vez no hubo “alunizaje”, como la primera, cuando la banda que cometió el robo inaugural de la infausta serie empotró un vehículo contra la puerta del comercio.
Ayer, los ladrones intentaron en primera instancia forzar la puerta de persiana lateral del local, pero no lo consiguieron debido a que había sido reforzada tras el segundo robo, perpetrado el 6 de noviembre.
Como no lograron hacer palanca y entrar por allí, optaron por un procedimiento más expeditivo y ruidoso: agarraron una maza y asestaron con esa herramienta unos cuantos golpes al cristal del escaparate. Abrieron un boquete suficiente como para permitir la entrada, y entraron. Una vez en el interior de la tienda, no perdieron tiempo en lo que consideraron fruslerías y reventaron la puerta del almacén, donde este tipo de comercios guardan los artículos de más valor. Se apoderaron de decenas de móviles, quizás unos cincuenta. Miles de euros de botín, aunque los dueños del establecimiento aún deben hacer recuento. Los cacos dejaron pocos productos, acaso algún que otro “router”.
Los asaltantes huyeron, se presume que por la Rambla de Francesc Macià en dirección a la avenida del Vallès. Al parecer, a pocos metros del local les esperaba un vehículo con un compinche dentro. Escaparon con celeridad, pues agentes de la Policía Municipal se presentaron poco después en la tienda. El sistema de alarmas había avisado a responsables del establecimiento.
Los Mossos d’Esquadra fueron alertados, y los cuerpos de seguridad dispusieron un operativo de rastreo y control de salidas de Terrassa, pero no dieron con ningún sospechoso. También avisaron a policías locales de otros municipios de la comarca.
Los robos anteriores
La misma tienda fue asaltada el 20 de octubre. Los ladrones, que estrellaron un coche contra la puerta, a punto estuvieron de ser alcanzados por policías municipales.
Un par de horas después, cuando una responsable de la tienda permanecía en las inmediaciones del local esperando a un vigilante, unos ladrones (otros) aprovecharon que el acceso al establecimiento estaba libre; se miraron y decidieron entrar, y se llevaron lo que los primeros no se habían llevado. La testigo, estupefacta, intentó disuadirlos tocando el claxon de su coche, pero de nada sirvió.
El siguiente robo con fuerza fue cometido el 6 de noviembre, viernes también, por unos delincuentes que forzaron la persiana de una puerta, como trataron de hacer al principio los asaltantes de ayer. En ese allanamiento los malhechores reventaron también la puerta del almacén para hacerse con unos 45 dispositivos móviles.