Terrassa

Limpieza de rieras de la Fundació Mina: más que cuidar el entorno

Este 2015 se cumplen 15 años desde que la Fundació Mina empezó a desarrollar su programa de limpieza de torrentes y rieras. En este tiempo se han retirado 184 toneladas de escombros entre las zonas de Terrassa, Vacarisses, Matadepera y Viladecavalls en las que se ha actuado y se ha contado con la participación de más de ochenta personas en riesgo de exclusión social (un total de 83 si se tienen en cuenta los que trabajarán en la campaña de este año). El presupuesto invertido hasta ahora asciende a los 114.754 euros, lo que significa una media de 8.000 euros por actuación. La cifra, una vez se realicen los trabajos de este año, aumentará hasta los 120 mil euros aproximadamente.

De entre todas las actuaciones realizadas en ésta década y media, el director de la Fundació Mina, Jordi Torredemer, destaca la llevada a cabo en 2006, año en el que se actuó en la Riera del Palau. “Hicimos una gran recogida -destaca Torredemer- con intervenciones muy importantes. La riera estaba llenísima de residuos, sobretodo porque nunca se había limpiado. Llegamos a sacar más de 20 mil kilos de residuos, cuando la media es de entre tres y cuatro mil kilos”.

Entre estos kilos se recogieron desde chasis de coches hasta colchones, pasando por neumáticos, muebles, plásticos bicicletas, escombros y pequeños restos de lo que Jordi Torredemer llama “restos urbanos”, es decir, bolsas de comida, botellas, latas o papeles. El director de la Fundació Mina también apunta que durante esos años era muy común encontrar cantidades muy importantes de materiales de la construcción, “seguramente por el boom inmobiliario. En cambio, desde que empezó la crisis en 2008, es un tipo de residuo que ha disminuido bastante”, apunta.

Desde la Fundació, aparte de la campaña de limpieza, se realiza una campaña informativa en las zonas donde actúan para hacer un llamamiento a la ciudadanía y conseguir que esos lugares se mantengan limpios y no se tiren otra vez basura ni deshechos. Algo que no obstante no se suele respetar, pues según afirma Torredemer, “en algunas zonas debemos intervenir más de una vez”. De hecho el director manifiesta que la población parece no estar muy concienciada, pues “especialmente los tramos urbanos están llenos de residuos, más que los tramos que no están tan cerca de la ciudad”. En los lugares donde se realiza una acción, la entidad de Mina coloca carteles informando que allí se acaba de limpiar para conseguir mantenerlo limpio. Si bien hasta ahora estos eran de cartón, este año estrenarán pancartas de lona para conseguir que sean más resistentes.

Este es uno de los objetivos del programa, el concienciar a la población sobre la necesidad de respetar el medio ambiente y mantenerlo limpio. Y junto con el de limpiar la riera, hay una tercera finalidad igual de importante que hace que la Fundació Mina tenga la esperanza de poder seguir con este proyecto muchos años más. Se trata de la ayuda a la reinserción sociolaboral de las más de ochenta personas que han formado parte de esta iniciativa.

Una bocanada de optimismo
Este año la zona donde se realizará la limpieza será la de la riera de Les Arenes, en el área rodea la pasarela de Sant Llorenç (cerca de la Rambla Francesc Macià). Los trabajos empezaron el martes 3 de noviembre y tendrán una duración de 21 días. Las tareas serán realizadas por cinco personas con dificultad de inserción sociolaboral, contratadas por Fundació Mina a través de la red ALEI (Associació local d’Entitats per a la Inclusió Social). La Fundació ha impulsado la limpieza de los torrentes y rieras este año, al igual que los anteriores, en virtud del convenio firmado con la Agencia Catalana de l’Aigua (ACA), ALEI y el Ayuntamiento de Terrassa.

Cada mañana a las nueve, estos cinco trabajadores empiezan su jornada laboral que consta de cinco horas diarias -un total de 25 horas a la semana. Pese a que puedan no parecer muchas, son suficientes para ellos, pues son personas con dificultades sociolaborales que además vienen de una larga temporada en el paro. “Después de 4 años sin trabajar esto significa volver a acostumbrarse a una rutina laboral”, explica Isidre Solvas, uno de los participantes del programa. Algo con lo que coincide su compañero Andrés Hidalgo, quien afirma que ha pasado un largo periodo en el paro “y ya necesitaba un trabajo. Es algo que ayuda, no solo económicamente sino también mentalmente. Me da ánimo. Es una reinserción en la vida laboral y social. Estoy muy agradecido a la Associació Alba. Me ha ayudado mucho y sigue haciéndolo”, subraya Hidalgo.

No obstante ambos son conscientes de que se trata de un trabajo temporal. “Algo es algo”, dice Isidre, que apunta que luego deberá seguir buscando. “Estoy apuntado a la tira de sitios en Internet y también miro siempre el periódico. Pero el mundo laboral está muy complicado, y más para una persona con 48 años”. Su compañero además cuenta con un problema añadido, una discapacidad del 33 por ciento. “Estoy en una situación muy complicada. Tengo una discapacidad del 33 por ciento y esto hace que muchas empresas se tiren para atrás a la hora de contratarme. Ahora estoy cobrando la RAI (por la discapacidad) pero en enero se me acaba y si no consigo trabajo me veo en la calle. Y con la edad que tengo es aún más difícil encontrar trabajo. Pero bueno esta oportunidad para mi es mucho y estoy esperanzado en que me encuentren algo más. Con ésto el ánimo me ha subido bastante”.

Muebles, cartones, plástico, residuos “de papelera”, ropa o animales muertos son algunos de los desechos con los que ya se han encontrado estos trabajadores. “La gente tira cualquier cosa. Nos hemos dado cuenta que no tenemos respeto por nuestro entorno”, apunta Isidre.

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