El diagnóstico actual de la enfermedad de Alzheimer es tardío y, cuando la enfermedad se confirma, el daño cerebral existente es irreversible. Se sabe que se producen cambios estructurales en el cerebro décadas antes de la aparición de los síntomas clínicos, pero se desconocen los factores que los provocan. Para ello desde la Fundació Pasqual Maragall se ha ideado el estudio Alfa (Alzheimer y Familias), que permitirá conocer mejor los procesos que tienen lugar antes del inicio de la enfermedad y se podrán diseñar intervenciones para prevenir o retrasar su aparición. En este estudio participan más de 2.700 voluntarios adultos sanos, hijos de pacientes diagnosticados de Alzheimer, a los que se les realizarán pruebas cada tres años. El objetivo es recoger información científica sobre las características biológicas y la evolución natural de los recursos cognitivos y emocionales de este grupo de personas a lo largo de su vida. Disponer de este conocimiento permitirá llevar a cabo subestudios para detectar factores de riesgo e indicadores para predecir el desarrollo de la enfermedad. La Fundació iniciará en 2016 los primeros ensayos clínicos con 200 participantes, con el objetivo de validar fármacos que actúen en los estadios iniciales de la enfermedad, evitando o retrasando la aparición de los síntomas. Estos primeros ensayos se enmarcan dentro del proyecto europeo EPAD (European Prevention of Alzheimer’s Dementia) en el que participan 35 centros.