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Los precios descienden otras cuatro décimas en Catalunya

El índice de precios de consumo (IPC) bajó un 0,4 % en el mes de septiembre en Catalunya y situó la inflación interanual en tasa negativa del 0,5 %, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). En Catalunya, el IPC interanual subió un 2,4% en el sector de alimentos y bebidas no alcohólicas; un 1,1%, en bebidas alcohólicas y tabaco; un 0,5% en el apartado de vestido y calzado, lo mismo que en menaje; un 1,4%, en enseñanza; un 1,3% en hoteles, café y restaurantes y un 0,6% en ocio y cultura.

El IPC interanual bajó un 3,5% en vivienda; un 6,6% en transporte; y un 0,6 % en comunicaciones. En septiembre, el IPC bajó un 0,3 % en ocio y cultura; un 1,3 % en hoteles, cafés y restaurantes; en transporte, un 1,5 %; los precios de la vivienda bajaron un 0,9 % y los de bebidas alcohólicas y tabaco, un 0,1 %. Los precios subieron en septiembre en Catalunya en el apartado de vestido y calzado, 4,3 %, menaje 0,4 %, lo mismo que en enseñanza, 0,4 %.

Los precios al consumo bajaron en España un 0,9% en septiembre, por segundo mes consecutivo, debido al menor coste de los carburantes y la electricidad, según el Instituto Nacional de Estadística.

Primera estimación

A finales de septiembre, el Instituto había publicado una primera estimación, según la cual, los precios habían bajado un 1,2%.

La tendencia del mes de septiembre se explica principalmente por la disminución de los precios en el sector de la vivienda (-4,4%), debida a la bajada de la electricidad, y una reducción de los precios (-6,4%) en los transportes gracias a la de los carburantes (diesel y gasolina), considera el INE en un comunicado.

Los precios habían bajado en agosto un 0,5% interanual, después de haberse mantenido estables en junio y en julio de 2015. Antes, había evolucionado en terreno negativo desde julio de 2014.

Aunque España niega el peligro de deflación, los precios al consumo están lejos del objetivo del Banco Central Europeo (BCE ) que considera adecuada una inflación ligeramente inferior al 2%.

Un efecto temporal

Pese al decrecimiento relativo de los precios (un efecto conocido como desinflación), responsables del Gobierno, del Banco de España y analistas consideran que se trata de un efecto temporal y que no habrá deflación en España ya que los precios repuntarán hacia finales de año.

"La media a 6 meses de la tasa mensual adelantaría un repunte de la inflación en los próximos meses siempre y cuando no veamos nuevos mínimos en el precio del crudo", dijeron analistas de Banco Sabadell tras la publicación del dato.

"La correlación entre los componentes se ha reducido hasta mínimos, lo que indica que no hay riesgos deflacionistas relevantes, ya que la totalidad de la deflación viene explicada por el efecto base en los precios de la energía y alimentos", añadieron.

Sin tener en cuenta elementos volátiles como energía y alimentos frescos, – lo que se conoce como inflación subyacente- los precios subieron un 0,8 por ciento interanual en septiembre. Por su parte, el IPCA (indicador de precios armonizado con la UE) mostró una tasa anual negativa del 1,1 por ciento, una décima superior a la de los datos provisionales, frente al -0,5 por ciento en agosto y la previsión de los analistas del -1,2 por ciento. La variación mensual del indicador del IPCA se sitúa en septiembre en el 0,4 %,según el INE.

El secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, aseguró que el IPC podría cerrar el año "cercano al 0% o ligeramente en positivo".

En una rueda de prensa, el secretario de Estado de Economía aseguró que el abaratamiento de la electricidad y de los productos energéticos explican "la práctica totalidad" del descenso interanual del 0,9% de los precios en septiembre.

Indicó que esta caída es positiva porque incrementa la capacidad adquisitiva de las familias, reduce el coste de las empresas y mejora el saldo exterior, al ser España un país importador de petróleo. El sindicato CCCO destacó ayer que la moderación de precios, mayor en España que en la zona euro en los últimos dos años, supone una mejora de la competitividad vía precios pero implica otros riesgos ligados a la deflación.

Según CCOO, el crecimiento de la actividad económica debe servir para recuperar los salarios a corto plazo, tras la fuerte devaluación sufrida por los empleados públicos durante la recesión y para detener la que aún padecen otros trabajadores del ámbito privado afectados por la crisis.

Por su parte, la Unión Sindical Obrera (USO) remarcó que a pesar del descenso generalizado de los precios, el consumo no se está reactivando debido a que estas bajadas no se traducen en una caída de los precios de productos de primera necesidad.

Por ello, el sindicato ha pedido que se adopten medidas para fortalecer el mercado de trabajo que permitan una subida salarial.

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