A finales de setiembre, el gobierno municipal hizo llegar un documento preliminar del presupuesto para 2016 a todas las fuerzas políticas con representación en el pleno. Con esta información en mano, el grupo municipal de ERC-MES expresó ayer su visión.
Su portavoz, Isaac Albert, explicó que los del Ayuntamiento de Terrassa "no son presupuestos que empiecen cada año de cero sino que son un continuismo del presupuesto del año anterior" y pronosticó que el de 2016 no será una excepción. El republicano opinó que tiene "cierto sentido porque los proyectos no duran un año" pero, en contraposición, aseguró que eso permite "un margen de transformación muy pequeño" y obliga a reducir la partida de algún programa para crear de nuevos, que no "terminan de desarrollarse porque no hay los recursos suficientes".
El portavoz de ERC-MES consideró que eso "lleva a un presupuesto economicista y poco político, donde las políticas nuevas son blandas porque no van acompañadas de una apuesta política clara". El concejal lamentó que, una vez cuadrados los números, se pueda hacer decir al presupuesto "lo que creamos oportuno, como que apostamos por las políticas sociales" y criticó que su construcción "no parte del discurso político sino de equilibrar el gasto".
Colapso económico y político
Albert explicó que, a su parecer, se va "de una forma clara hacía un colapso económico y político ya que no hay planteamientos nuevos". El republicano recriminó al ejecutivo municipal que no haya cerrado el organigrama técnico y que no tenga un plan de mandato, cosa que cree que dificulta las negociaciones del presupuesto para 2016. Sin embargo, desde ERC-MES dicen ser conscientes de que la ciudad necesita que se apruebe el presupuesto y aseguran estar dispuestos a trabajar en este sentido "siempre que seamos capaces de reconducir, como mínimo, la parte política de donde nace".