El Ayuntamiento de Terrassa será uno de los primeros del Estado en someterse a una Auditoria Ciudadana de la Deuda Municipal. La decisión se tomó ayer en el marco de una reunión, a petición municipal, del alcalde Jordi Ballart y el teniente de alcalde de Servicios Generales y Gobierno Abierto, Alfredo Vega, con representantes del Observatori Ciutadà Municipal de Terrassa y de la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute.
La plataforma nacio en 2011 en diferentes ciudades españolas con la intención de radiografiar la deuda de las distintas administraciones públicas, fomentar la democracia participativa y no pagar la deuda ilegítima. Integran el movimiento la red "¿Quién debe a quién?", el movimiento 15M, Attac, Democracia Real Ya y Economistas sin Fronteras, entre otros grupos. La plataforma ha sido el embrión de una amplia red de observatorios municipales que impulsan iniciativas populares de control de la deuda .
Formación y control popular
El proceso de auditoría arrancará en Terrassa con la creación de un grupo impulsor compuesto por entre 6 y 9 personas. Lo integrarán técnicos municipales y miembros del Observatori Ciutadà Municipal de Terrassa, así como de la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute.
Este primer equipo se reunirá en las próximas semanas para definir el proceso participativo, en el que tendrán un papel clave los ciudadanos. Ellos serán los encargados de analizar de manera crítica la politica de endeudamiento de la administración local y su impacto en la población.
Los terrassenses que participen en la auditoría conocerán de primera mano los procesos que han originado la deuda municipal y podrán evaluar la legitimidad de los mismos.
El Ayuntamiento de Terrassa cuenta con una deuda de 198,4 millones de euros, cifra que suma la deuda municipal y la de sus empresas. Del total del endeudamiento, cien millones de euros corresponden al Servei d’Habitatge -que cuenta con un parque de un millar de viviendas, terrenos y otros activos- y en torno a 25 millones atribuibles al Parc Audiovisual.
Compromiso de transparencia
Tras la reunión con el Observatori Ciutadà y la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute, el alcalde Jordi Ballart valoró ayer la iniciativa como "un paso muy importante en nuestro compromiso de transparencia. Queremos conseguir un ayuntamiento con las paredes de vidrio, totalmente abierto a la participación real de la ciudadanía, de acuerdo con el modelo de gestión pública que venimos impulsando desde hace años para hacer frente a la desconfianza en la clase política".
El proceso requerirá de la organización de grupos de trabajo integrados por ciudadanos independientes de la administración municipal y de los partidos políticos, personas que someterán a la administración a una constante radiografía económica. Para ello, participarán en un programa previo de formación que les permitirá conocer los mecanismos de elaboración y gestión presupuestaria.
"Como administración no tenemos ningún inconveniente en que tengan acceso a la información de los servicios económicos y de recaudación -explicaba ayer Ballart-. El proceso también nos ayudará a ser mejores, incluso a modificar algunos procedimientos si fuera necesario".