Con 37 años, Sergi Cebrián (Terrassa, 16 de junio de 1978) se ha trasladado durante unos meses a Estados Unidos para mejorar sus resultados en el tiro con arco, una especialidad que descubrió hace poco y casi por casualidad. Espera que 2016 sea el año de su consagración. Tiene previsto competir en los diferentes Campeonatos de España (indoor, outdoor, 3D y camp), así como en todas las competiciones internacionales posibles. Su próximo reto es el National Outdoor Target Championship los días 26 y 27 de septiembre en Yankton (Dakota del Sur). Reside desde antes del verano en la ciudad de North Brunswick, en el estado de Nueva Jersey. A principios de octubre regresará a Terrassa para preparar la próxima temporada.
¿Cómo le están tratando los americanos?
Extremadamente bien. No esperaba encontrarme un país tan hospitalario. Mi nivel de inglés es bajo, pero a diferencia de otros países anglosajones que he visitado, aquí se esfuerzan para entenderte.
¿Le han servido estos meses para mejorar su técnica de tiro?
Por supuesto. Vine a entrenar y pulir mi rutina técnica. He avanzado mucho más de lo previsto. He dinamizado todo mi swing de tiro. Si consigo controlar la mente, que es lo más difícil, podré plantearme nuevos retos. También he aprendido mucho en relación al material. Aquí es muy fácil encontrar. He probado material muy distinto y he aprendido muchísimo en el campo de las flechas. He tenido mucha suerte. Estoy en un club muy grande y me ayudan en todo lo que necesito. Soy un consentido.
Y en su primer torneo en Estados Unidos, el Nacional de mechanicsburg, logró la segunda mejor marca de la historia en barebow.
Eso fue algo totalmente inesperado. La gente venía a felicitarme, pero yo no los entendía. Pensaba que me felicitaban por haber tirado con un arco recorbado contra todos los arcos compuestos. En casa me puse a repasar marcas históricas. Y vi que había hecho la segunda mejor marca mundial, superado por poco por Jason Wesbrock, actual campeón del mundo de barebow recorbado. Y eso que era mi primer torneo! Apenas conocía las normas.
Parece que en Estados Unidos hay más opotunidades para los tiradores.
Sin duda. Hay muchísimos practicantes y las legislaciones estatales son muy flexibles. No hace falta estar afiliado a ningún club para tener un arco. Es como comprar un compás para la escuela. En la mayoría de las competiciones hay dotación económica y las federaciones no tienen afán recaudatorio. El dinero es para los arqueros.
¿Pensaba adaptarse tan rápido al "american way of life?
Rotundamente no. Nunca he sido una persona con problemas de adaptación, pero tenía el hándicap del idioma. Además, por lo que me habían contado, ni pensaba en competir. Me bastaba con que me dejaran entrenar. Pero en casi tres meses he podido competir muchísimo, conocer a mucha gente y darme a conocer. Nunca había practicado la modalidad 3D y me acabo de proclamar campeón del estado de Nueva Jersey.
Su modalidad, el barebow, no es olímpica. Pero su sueño es ser olímpico.
Usamos el mismo arco que en los Juegos, pero sin visor. Siempre he tenido claro que algún día daré el salto al recorbado olímpico. Llevo dos años encaminando mi rutina técnica a eso. Además, los equipos nacionales están sujetos al criterio de la Federación española y la edad es muy importante para ellos. Habrá que estar atentos a los posibles cambios políticos. En el actual panorama veo totalmente imposible que yo compita por España en unos Juegos Olímpicos.
Usted se ha declarado siempre independentista. Llegado el caso, ¿no competiría con la selección española?
Puestos a soñar con que alguien me seleccione para alguna cosa, me gustaría poder competir con Catalunya. Pero también debo pensar en mí y en mi familia. Actualmente, mi única opción de competir en un Europeo o en un Mundial es con España. Y no renunciará a mis sueños por nada.
O sea, que si le llama España acudirá.
Acudiré. Lo que yo quiero es competir. Lo necesito. Preferiría hacerlo con Catalunya, pero si debo hacerlo con España, Rusia o Senegal, ningún problema. Pero en unos Juegos Olímpicos sólo competiría con Catalunya. Cuando Catalunya sea independiente daré el salto al tiro olímpico. Eso sería un sueño convertido en realidad.
¿Cómo es su día a día en North Brunswick?
Me levanto cada día sobre las ocho. Desayuno y ataco el programa de entrenamiento físico que Agustí Badiella, mi preparador físico, me gestiona desde Terrassa. Después de comer, recorro en bicicleta los diez kilómetros que me separan de mi club, donde realizo un entrenamiento técnico específico para mí, nunca de menos de dos horas.
¿Se arrepiente de haberse iniciado tan tarde en esto del tiro con arco?
Sí. No tanto en lo referente a la competición sino porque el tiro con arco es un deporte muy educativo en el ámbito personal. Soy un especialista en cometer errores. Y eso es lo que más me hace aprender. Ya no me da miedo el fracaso; siempre es un principio.
¿La habilidad para tirar es innata?
Sí. El talento cuenta, pero a la larga lo más importante es el trabajo y la constancia. Cuando compites, la fuerza mental y la concentración son lo más importante.
¿Qué sueño le queda por cumplir?
Que cada flecha que dispare vaya al centro de la diana.