Terrassa

Los piojos no descansan en verano

En los últimos años el verano se ha convertido también en una época de gran incidencia de casos de pediculosis entre la población infantil. El contagio por parásitos como los piojos es muy común entre los niños ya sea en guarderías y escuelas. Durante los meses de calor estos insectos no descansan y ahora también se propagan en los campamentos de verano o en instalaciones donde se celebran casales y cursos infantiles.

Los hábitos de vida de los pequeños, los juegos y los abrazos que facilitan el contacto directo del pelo entre los menores o el simple hecho de compartir toallas, gorras o gomas el pelo aumentan aún más el riesgo de contagio. Por ello, los espacialistas farmacéuticos en productos contra la pediculosis, recuerdan que en verano no hay que bajar la guardia. La infestación por piojos puede producirse en cualquier momento. Mientras el niño (o la niña aún peor) vuelve a casa despreocupado, para los padres descubrir el contagio roza el límite de la desesperación. Porque desparasitar la cabeza de la criatura es una tarea ardua y muy complicada que no se consigue en unas horas.

La pediculosis (enfermedad de la piel producida por el insistente rascamiento del menor) es una afección tan común como el resfriado. El picor y la sobreinfección por rascarse son los dos síntomas característicos. Los piojos no transmiten enfermedades, se alimentan de la sangre, pero pueden dar lugar a una reacción alérgica y la aparición de granitos rojos en el cuero cabelludo.

Hay que estar pendientes de si el niño se rasca ya que el picor puede aparecer hasta un mes después de la parasitación. “Mejor llevar el pelo recogido y no compartir cepillos, peines o gorros, que pueden aumentar las probabilidades de contagio”, explica un pediatra.

Los insectos se detectan con más facilidad en el cabello mojado, con ayuda de una liendrera y crema suavizante. Por eso, se debe revisar siempre la cabeza del pequeño después de su lavado, mejor con el pelo húmedo que seco. Una vez detectados los parásitos es importante dar aviso al centro para combatir mejor el problema y evitar que se extienda en más menores. “Los piojos no vuelan ni saltan pero sí se desplazan con rapidez entre las cabezas de los niños”, advierten los pediatras. “Cuando se produzca una infección también hay que revisar a los miembros de la familia”, recuerdan los especialistas.

Actualmente existen mil y una fórmulas (lociones, cremas y champús) en el mercado para combatir la infestación por piojos. Hay mu-chos productos pero los expertos recuerdan que la permetrina tiene una alta eficacia y baja toxicidad. Es la sustancia indicada por la OMS como la primera elección de tratamiento. También existen productos naturales, aceites y esencias para prevenir la pediculosis pero los pediatras no aconsejan su empleo en caso de no detectarse piojos. Indican que no existen suficientes estudios que puedan demostrar su posible eficacia. Las lociones alcohólicas deben evitarse en lactantes y niños asmáticos así como las presentaciones en spray, para evitar posibles efectos secundarios en las vías respiratorias.

Se use el producto que se use, para que realmente consiga buenos resultados, debe repetirse su aplicación al cabo de 7 ó 10 días. De esta forma se logrará eliminar las ninfas que eclosionan de las liendres no eliminadas.

Todos los productos capilares antipiojos deben extenderse durante un tiempo determinado (entre 20 minutos o media hora) y a continuación debe realizarse un proceso de extracción manual mediante una liendrera. Esta especie de peine con púas metálicas debe poder arrastrar las liendres (huevos), ninfas (piojos pequeños) y los adultos. La constancia acaba con ellos.

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