.El Saló de Plens tenia el jueves ese aire de los días de estreno y, en sintonía con el entorno, los partidos le dieron cierto aire de solemnidad a sus discursos. Sobre todo en el primer turno de intervenciones, donde aprovecharon para valorar el nuevo gobierno. "Es similar al de 2014, más sobredimensionado. Espero que el cambio lo impulsemos desde la oposición", apuntó el popular Gabriel Turmo.
Como él, otros partidos le recordaron al ejecutivo que suman mayoría y reivindicaron su protagonismo en la toma de decisiones, mientras los socialistas defendían que "el gobierno también es responsabilidad de la oposición. Hoy deben decidir si la ejercen de forma constructiva o de manera demagógica", comentó Alfredo Vega.
ERC cuestionó que haya más socialistas en la mesa presidencial (5) que en la bancada del pleno (4) y Marc Grau (TeC) ironizó sobre los escenarios de futuro: "Esperemos -dijo- que el apoyo de CiU a la investidura del alcalde no sea a cambio de su tenencia de alcaldía".
Y es que la proximidad de la sociovergencia se palpó en el ambiente: "No debemos dificultar la función del gobierno", dijo Sàmper. También el líder de Ciutadans se mostró dispuesto a "favorecer la gobernabilidad" y ofreció su "mano tendida, pero no gratis. Hemos puesto el contador a cero -dijo González-. El gobierno no es sospechoso de nada"