El Club Cecot Internacionalització recomienda a las empresas mantenerse en alerta por los posibles cambios en los mercados exteriores, potenciar la I + D + i, ganar competitividad, trabajar en equipo y conjuntamente con otras compañías y si es posible documentarse adecuadamente para poder introducir sus productos en los diferentes países. Esta entidad, que ha pasado balance de 2014 y ha presentado sus perspectivas para 2015 referentes al comercio exterior, se muestra prudente ante el actual escenario económico y de ahí esa solicitud al empresariado para que genere sinergias. No cree que el futuro a corto y medio plazo, a pesar de que existen aspectos que han mejorado y que la economía ha empezado a remontar, vaya a ser tan espléndido como vaticina el Gobierno central, lo que critica con indisimulada dureza.
En este sentido, el Club destaca que durante 2014 ha habido abundantes noticias positivas, tanto en el ámbito estatal como internacional. Por un lado, el crecimiento de las exportaciones en España se han mantenido moderadamente y la demanda interior ha comenzado a dar señales de vida sobre todo en el sector servicios. También en el ámbito internacional, las noticias son esperanzadoras: la economía de EE.UU. sigue dando señales positivas y la decisión del Banco Central Europeo (BCE) de expandir su balance ha servido al menos para reducir sustancialmente el tipo de cambio del euro además de la bajada en el precio del petróleo, lo que incidirá muy positivamente en los costes de energía y transporte.
Sin embargo, el Club Cecot Internacionalització destaca en su balance que, a pesar de las noticias positivas, no hay motivos suficientes para lanzar campanas al vuelo y critica la actitud del Gobierno con sus afirmaciones triunfalistas potenciadas por el hecho de estar en año electoral. Destaca que hay importantes señales negativas y nubarrones políticos en el horizonte que si no se disipan pueden desencadenar “una tormenta de dimensiones gigantescas”.
Muchas zonas oscuras
Desde el Club se critica que en el caso español aún quedan muchas zonas oscuras y desequilibrios que hay que solucionar. Por un lado, argumenta que el crecimiento de las exportaciones españolas va estrechamente ligado al crecimiento de nuestros socios europeos que durante los últimos meses no están obteniendo los resultados esperados en cuanto al nivel de ventas. Además, critica el crecimiento imparable de la deuda pública que, según los últimos datos del Banco de España, había crecido en 54.000 millones sobre el mismo mes de 2013, es decir, un 5,6%, y justifica que tales niveles de déficit ponen las cosas muy difíciles.
Por otra parte, recuerda que “a pesar de los alardes oficiales, nuestro mercado laboral no arranca”. En 2007 había en España una población activa de 20.753.000 trabajadores y en estos momentos son 17.569 millones, tres millones de personas menos trabajando y cotizando a la Seguridad Social y constata con ello que “España no va bien”. En cuanto al ámbito internacional, y más concretamente la situación de la Unión Europea (UE), argumenta que han cambiado muy pocas cosas como para ser optimistas.
Crisis
“La crisis de nunca acabar de la Eurozona ha llenado páginas y páginas de periódicos y revistas de economía a lo largo de todo el año 2014. Y especialmente desde la victoria electoral de Syriza en Grecia el pasado mes de enero. En realidad, nos bastaría con repetir lo mismo que decíamos en los informes de perspectivas del 2012 y después 2013. Desde nuestro balance 2011, nada ha cambiado en la naturaleza de los problemas y cuestiones fundamentales ni de España ni de Europa para llevarnos a pensar que tengamos que mejorar”. Además, dudan de si el QE europeo (el programa de compras de bonos soberanos y activos por valor de 60.000 millones de euros mensuales del BCE conocido también en la jerga económica como flexibilización monetaria) servirá para relanzar la economía tal y como ha sucedido en EE.UU. “No está nada claro que el QE (quantitative easing) del BCE sirva para impulsar el crecimiento, baje aún más la rentabilidad de la deuda soberana (ya en mínimos) o elimine una deflación provocada por causas externas”.
Del cielo al infierno
Centrándose en otros mercados, estaca que Brasil ha pasado del cielo al infierno en menos de cuatro años convirtiéndose en el paradigma del enfriamiento de los mercados emergentes. Según este Club, “Brasil no sólo ha frenado en seco su crecimiento, sino que se ha dado la vuelta” causando una inflación fuera de control, y su divisa está hundida y hace perder competitividad a marchas forzadas. En cuanto a Rusia, la bajada del petróleo está pulverizando la economía del país y llevándolo cada vez más cerca del colapso. Destaca, además, que si las cosas no se arreglan en Ucrania las sanciones irán a más. “Ya hay quien habla de ruido de sables en Europa. La Otan se prepara para un posible conflicto bélico y planea nuevos centros de mando en el Este; Francia ha iniciado el envío de tanques en Polonia; Rusia envía bombarderos nucleares a patrullar el Canal de la Mancha. Lo más probable es que todo quedará en nada, pero son señales preocupantes. De momento tenemos un pacto y un alto el fuego por un acuerdo entre Merkel, Hollande, Putin y el presidente de Ucrania. ¿Pero tiene alguna credibilidad cuando la experiencia es que todos los pactos anteriores finalmente han quedado en nada? ¿Está Putin simplemente jugando y para ganar tiempo? Es lo más probable”.
Desde el Club Cecot Internacionalització se apunta que la economía de la India es “una de las pocas esperanzas que nos queda entre los países emergentes” y que es un “mercado inmenso y vale la pena tenerlo muy en cuenta”. Por otra parte, argumenta que China ha comenzado el 2015 con mal pie: un descenso inesperado en el sector manufacturero. Con todo, se espera que el crecimiento del PIB se acerque al 7%. Un crecimiento que también ha experimentado el Japón con un fuerte crecimiento de las exportaciones españolas en el país. Por último, el balance hace una breve referencia en EE.UU. y destaca que, gracias a los deberes bien hechos, se espera un crecimiento del 3,4% en 2015 y un aumento de las exportaciones con los países de la UE gracias a un cambio dólar-euro muy favorable.
