Para todo hay un primera vez, aunque en ocasiones los estrenos no sean del todo satisfactorios. Los Mossos d’Esquadra celebraron el pasado sábado su primera jornada de puertas abiertas con la intención de buscar mayor complicidad con la ciudadanía y mostrar su cara más amable así como su faceta de servicio público. Pese al asfixiante calor de la jornada, más de 3.000 personas acudieron a la convocatoria del cuerpo policial, celebrada en su complejo central, situado en la Mancomunitat, entre Terrassa y Sabadell.
La policía catalana, además, no escatimó en actividades y planificó toda una matinal repleta de actos: exhibiciones de vehículos policiales y drones, visitas al escenario de un crimen, simulaciones de desactivación de explosivos, talleres de reconocimiento de billetes falsos, recorridos con vehículos policiales, así como exhibiciones de la sección hípica, de la unidad subacuática y demostraciones de las unidades especializadas: escoltas, GEI, helicóptero, unidad canina, etc. También hicieron visitas guiadas al departamento de la policía científica, a las galerías de tiro y a la sala de mando. En total, un despliegue de 250 mossos que encantó a los visitantes.
Sobra decir que los niños se lo pasaron en grande. Ellos y sólo ellos podían vestirse con los trajes de las unidades más especializadas y podían observar de cerca las armas que utiliza el cuerpo policial. Eso provocó ciertas estampas cuanto menos chocantes. Por ejemplo, resultaba divertido ver a un niño de cinco años vestido con el traje de los antidisturbios y porra en mano, mientras sus padres le hacían una foto con el móvil y un agente le indicaba: “Tienes que poner cara de enfadado”.
Por otro lado, las exhibiciones fueron realmente espectaculares, sobre todo la simulación de ataques terroristas. Helicópteros, explosiones, tiros, evacuaciones, coches a toda velocidad, miembros de la unidades de asalto descolgándose de la fachada del edificio con cuerdas… algo que muchos relacionábamos más con el cine hollywoodiense que con nuestra policía autonómica.
Tal fue el éxito de la convocatoria de los Mossos d’Esquadra en la Mancomunitat, que el cuerpo policial ya está pensando en celebrar varias jornadas de puertas abiertas de cara al próximo año con la intención de atraer el mayor número de ciudadanos que puedan familiarizarse con su trabajo.
El único problema de la jornada: el paradójico hermetismo que mostraron los Mossos d’Esquadra con los numerosos medios de comunicación allí presentes. Pese a haber convocado a la prensa y ser una jornada de puertas abiertas, dificultaron el trabajo de los cámaras y los fotógrafos al no permitirles acceder a las visitas guiadas y al situarles demasiado lejos de las exhibiciones. Sin embargo, los visitantes podían grabar todo con sus móviles con tranquilidad.
Dada esa situación, fueron varios los medios de comunicación que abandonaron el complejo central de los Mossos al no poder hacer su trabajo. Los Mossos d’Esquadra quisieron abrir sus puertas pero, al ser su primera vez, sólo las dejaron entreabiertas.