La Candidatura d’Unitat Popular, que el pasado 24 de mayo consiguió el apoyo d las urnas para situar a su cabeza de lista, Maria Sirvent, como concejal del Ayuntamiento, celebró el jueves una asamblea abierta en la que fijó sus líneas de actuación y un paquete de 9 medidas que definen su estrategia municipal y que sientan las base de su negociación en la ronda de contactos entre partidos.
La CUP, cuyo concejal se disputan la candidatura del PSC y la alternativa encabezada por TeC y ERC-MES, ha acordado 5 líneas de actuación que pasan por atajar la emergencia social, auditar la deuda del Ayuntamiento y las empresas que integran el holding municipal. La formación apuesta también por la municipalización de los servicios -que incluye el suministro del agua y el transporte público-, por hacer extensivo su código ético a todos los concejales que integran el consistorio y defiende la implantación de mecanismos de transparencia y de implantación del poder popular, así como medidas para estimular la participación política.
En la asamblea, a la que acudieron medio centenar de personas, la CUP analizó los resultados electorales y "hemos aprobado un paquete de medidas que entendemos debe llevar a cabo el nuevo gobierno municipal", comentaba ayer María Sirvent.
Entre ellas destacan la disolución del grupo de intervención especial de la Policía Municipal -medida que el PSC también incluye en su programa-, la aplicación del artículo 42.6 de la Llei de l’Habitatge, que impone el alquiler forzoso para las viviendas vacías en manos de los bancos y el compromiso de no ampliar la superficie urbana.