Dicen que de los errores se aprende. Cierto, pero en determinados ámbitos, si los podemos evitar, como que mejor. Y es el caso: te pones a hacer obras en tu casa (hablaremos de hacer reformas en un edificio plurifamiliar, no de hacerlas en tu chalet unifamiliar) y luego vienen los problemas. Por eso te los vamos a ahorrar, de la mano de Pablo García, de Atrezo Arquitectos, quien nos enumera cuáles son los errores más habituales. Toma buena nota:
Error número 1
“No avisar a la comunidad de vecinos sobre tus intenciones”. Unas obras son un quebradero de cabeza para el que las tiene en casa y también, para el vecino de al lado: hay ir y venir de gente, suciedad, cajas, máquinas, etc. Los vecinos serán los que más sufrirán el ruido y la suciedad de tu reforma, así que no está de más (de hecho, sería altamente recomendable) avisarles a través de un anuncio en el tablón de anuncios. Ellos te agradecerán el gesto.
Error número 2
Este error es de manual. “Te pones a hacer las obras y no te has informado de las licencias necesarias”, explica García. Y añade: “La mayoría de obras están sujetas a alguna licencia o impuesto, o a la entrega de una documentación específica, siempre dependiendo de los trabajos”. Si haces una obra sin la autorización municipal puede suponerte multas y paralización de los trabajos. Mejor, no arriesgues.
Error número 3
“Iniciar la obra sin las decisiones tomadas y cerradas”. Las ganas de ver nuestra casa reformada y acabar cuanto antes con las obras, que son un engorro, para qué engañarse, nos lleva a acelerar el proceso y a pensar que cuanto antes se empiece, antes se acaba. “Y esto no es así, antes de empezar hay que tener las ideas claras. Y las decisiones tomadas con un 90% de seguridad. El 10% restante nos permitirá un pequeño margen de variaciones en las obras”.
Error número 4
“No hacer caso a los profesionales”. Tendemos a pensar que sabemos de muchas cosas pero en realidad, no son tantas y además, algunas son complejas. Como la reforma de una casa, por pequeñas que vayan a ser las obras. Lo mejor es contar siempre con el asesoramiento de un profesional: te dará un punto de vista de experto y resolverá tus dudas. Escúchales de forma activa: si te dicen que esas puertas ya no valen es porque saben de lo que hablan y lo ven a diario.
Error número 5
Eliges el presupuesto más barato. Es lógico querer “ahorrarse unas perras”, a todos nos interesa encontrar el mejor precio. “Pero en este caso, decantarse por la opción más económica es el peor de los errores. Si pagas con cacahuetes, te trabajarán monos, así que no esperes grandes resultados o que la obra termine bien”. Las reformas son trabajos donde intervienen muchos profesionales, hay muchos materiales e instalaciones a considerar, por lo que no son trabajos especialmente baratos. Además, una obra, si está bien hecha, dura años y años, ¿realmente compensa ahorrarse unos euros? Pide varios presupuestos y compara.
Error número 6
“Cambios de distribución sin pensar en las instalaciones”. Imaginar tu casa ideal está muy bien, pero hay que bajarlo porque las casas tienen instalaciones que respetar. Otro error es hacer cambios en la distribución, sin pensar en ellas: “Cuando cambiamos la distribución, las instalaciones se ven afectadas: suministro de agua, evacuación de aguas, ventilación y gas. No todos los patios sirven para evacuar humos de la combustión de calderas. Tampoco se puede sacar otro baño en cualquier lugar. Hay que estudiar bien todos estos aspectos”, finaliza.