La CUP de Matadepera, con un concejal en el Consistorio, en la oposición, ha emitido un comunicado en torno a la oleada de robos en viviendas que sufre el municipio en el que exige la dimisión del jefe de la Policía Local, Xavi Cabot, la reestructuración de la plantilla y la renovación del modelo policial. “Si un equipo no da los resultados esperados pese a disponer de los recursos necesarios -afirma la CUP en la nota-, lo que hace falta es cambiar el personal directivo. Mientras eso no pase, se seguirán produciendo los vicios y el mal funcionamiento de todo el cuerpo”. “Es necesario -añade la formación- un cambio de rumbo y más motivación en el cuerpo, y eso empieza por un cambio de liderazgo”.
A juicio de los antisistema, “es necesario un nuevo modelo policial que se adapte a las demandas de los tiempos actuales”, lo que para la formación pasa por “una mayor presencia, velocidad de respuesta y eficiencia en el servicio; agentes más capacitados y especializados en la investigación y la lucha contra la delincuencia organizada y los robos; una policía de proximidad más atenta y que transmita confianza, y más transparencia y rendición de cuentas y resultados”.
Recursos
“Tenemos un cuerpo de Policía Local amplio al que se dedican grandes inversiones, por lo que exigimos la misma eficacia y eficiencia”, afirma la CUP, que critica que “se está invirtiendo una gran cantidad de recursos en tecnología de videovigilancia y en contratar nuevos efectivos, pero no están dando los resultados esperados, por lo que hay que valorar la utilidad de la inversión y si hay que mantenerla”.
Y reitera que “el aumento del gasto en tecnología y en la contratación de más personal será dinero tirado mientras no haya cambios reales en la plantilla, en la dirección y en el planteamiento de la Policía Local”.
El partido anticapitalista no solo pide la cabeza del jefe de la Policía Municipal, sino que aprovecha la situación actual de robos en viviendas en la localidad para cuestionar con dureza la labor policial en los últimos años. “En ciertas ocasiones -explica al respecto-, las actuaciones (o no actuaciones) de la Policía Local son más que cuestionables desde hace años. Por fiesta mayor, por ejemplo, muestran tan poca predisposición a actuar que la organización se ve obligada a contratar seguridad privada; mientras, las calles se llenan de ‘botellón’ sin ningún tipo de intervención”. Y prosigue: “También se observa un trato diferenciado a menudo clasista o con prejuicios contra los jóvenes o según estética, y una falta de preparación para tratar casos de violencia machista”.
La CUP defiende que sus peticiones no son “oportunismo político”, ni pretenden crear “alarmismo social” y que solamente persiguen lograr una mayor “eficiencia” de la Policía Local, que entiende que ahora no se da.
