Los plenos del Ayuntamiento de Matadepera, donde el ejecutivo del PDeCAT que lidera la alcaldesa Mireia Solsona gobierna con mayoría absoluta (nueve ediles), suelen ser una balsa de aceite, con una oposición escasa (dos concejales de ERC, una de la CUP y otra del PP) y, en general, poco beligerante. Sin embargo, la oleada de robos en viviendas que desde hace unos meses sacude al municipio parece haber cambiado las tornas. Prueba de ello fueron las duras críticas vertidas por ERC al ejecutivo en el pleno del pasado lunes por su gestión para hacer frente al problema. Unas críticas, además, que también deben leerse en clave electoral dada la proximidad de las municipales.
En este contexto se produjo la dura intervención del portavoz municipal de ERC, Santi Pavon, que fue seguida muy de cerca desde el público por la próxima alcaldable de los republicanos, Anna Piñol (sustituye a Pavon tras encabezar éste la lista de ERC en los comicios de 2011 y 2015).
De “lenta, deficiente e inadecuada” calificó Pavon la gestión del equipo de gobierno en torno a los robos en domicilios, mientras que éste se defendió afirmando, en boca su teniente de alcalde de Gobernación, Montse Royes, que “la seguridad se ha convertido en nuestra máxima prioridad porque Matadepera no se merece esto”.
Recriminó Pavon al ejecutivo que, desde que se produjo la primera concentración vecinal frente al Ayuntamiento para protestar por los robos en casas, haya tardado dos meses en reunirse con la conselleria de Interior para solicitar permiso para habilitar vigilancia privada en las urbanizaciones. “¿Por qué han tardado dos meses y no dos días?”, espetó el edil de ERC.
También reprochó Pavon al gobierno municipal la falta de un plan local de seguridad sobre este tipo de delitos o la necesidad de disponer de una plantilla de Policía Municipal más extensa. “No habrá suficientes agentes para controlar las cámaras de seguridad cuando se incorporen las nuevas”, criticó Pavon, en referencia a las 24 que se colocarán a lo largo de este año, que se sumarán a las 38 que ya existen.
Royes replicó a Pavon cada una de sus acusaciones. Sobre el plan local de seguridad acerca de este tipo de delitos, dijo que “no lo creíamos necesario” porque antes de iniciarse la oleada de robos, a finales del pasado octubre, en lo que iba de año las cifras no eran alarmantes, por lo que “no se pudo prever” la necesidad de su confección.
Acerca de la reunión con la conselleria de Interior, dijo que hace dos meses el departamento no contemplaba conceder permiso a los ayuntamientos para contratar seguridad privada “en la vía pública”, pero “dada la excepcionalidad de la situación, que se ha convertido en un problema de país, ha empezado a permitirlo”. Y puso como ejemplo a Premià de Dalt, primer precedente en la contratación de vigilancia privada por parte de un ayuntamiento.
Sobre el control de las cámaras de seguridad por parte de la Policía Local, Royes explicó que “no hay un policía las 24 horas del día mirando las cámaras porque las que controlan las matrículas avisan en cuanto detectan una sospechosa, y la principal utilidad de las de ambiente es a posteriori, para ayudar en la investigación”. Y añadió que la plantilla de la Policía Local crecerá este año de 23 a 25 agentes.