Alarma perimetral, sensores de movimiento, CRA, "modus operandi", cámaras de vigilancia……. La lista no tiene fin. Buena parte del lenguaje de los vecinos de Matadepera sólo incorpora este tipo de vocablos en las últimas semanas. La ola de robos ha provocado una movilización sin precedentes entre los vecinos, un hecho completamente anormal para una población que tiene en la tranquilidad y la calidad de vida uno de sus principales argumentos. Hay temor, lógico. Pero también una tremenda crispación al considerar que existe una inacción desde el Ayuntamiento para frenar este tsunami delictivo. De nada ha servido la reunión que representantes municipales tuvieron con un buen número de vecinos en el pabellón el pasado 15 diciembre. Los robos han continuada y el malestar sigue creciendo.
El jueves, más de un centenar de vecinos del Pla de Sant Llorenç se reunieron en el Casal de Cultura. Han sido los últimos en citarse para abordar un problema que esta generando una verdadera psicosis. El 27 de noviembre se creo un "wahtsapp" de los vecinos de esta urbanización para abordar esta cuestión y en menos de un mes y medio ya se ha incorporado a más de doscientas personas. El grupo de Telegram de Veïns de Matadepera ya tiene 773 suscritos. Son algunos datos de la magnitud del problema.
"Hace 13 años que viene a vivir aquí, a Matadepera. Hasta ahora siempre he estado tranquilo. Os diría que ni cerraba las puertas de casa, pero parece que eso ha pasado a la historia. Nunca más volveré a sentirme igual. Hace dos semanas entraron a robar en mi casa y la desvalijaron", explicaba Manuel. Fue el primero de varios testimonios de una reunión que sirvió como terapia para más de un vecino, que pudo verbalizar el temor que sufría. También tuvo un componente pedagógico- se dieron algunos consejos en materia de seguridad- y como no, contó con un marcado carácter reivindicativo.
"No se puede estar a ver que pasa. Hay que tomar medidas", aseguraba otro vecino tremendamente molesto. Una mujer de mediana edad calificó de "pesadilla lo que está pasando. Han violado nuestra intimidad y tenemos mucho miedo". Otra de las personas que tomó la palabra en la reunión aseguró que tiene tres hijos pequeños y "he convertido mi casa en Fort Knox. He puesto todos los sistemas de seguridad que hay en el mercado y todavía tendré que pagar seguridad privada para poder tener algo de tranquilidad. Y el Ayuntamiento, ¿qué hace?."
Indignación
Otro relataba que "hace meses que no me cruzo con un coche de policía. Ya no se ponen ni a la puerta de los colegios y tampoco se hacen controles". La indignación creció por momentos. Los vecinos del Pla de Sant Llorenç secundaron buena parte de las medidas propuestas por otras urbanizaciones y acudieron el próximo miércoles a las siete de la tarde a la manifestación de protesta que está prevista frente al Ayuntamiento al considerar que no hay respuestas.