La Policía Nacional y la Guardia Civil han desarticulado una organización criminal operante desde Catalunya que se dedicaba a cometer estafas a través de Internet a nivel nacional y han detenido a cinco personas acusadas de haber consumado 39 hechos delictivos por valor de 20 mil euros. Según el Ministerio del Interior, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han detenido, en una operación conjunta, a cinco personas integrantes de la cúpula de la organización criminal que residían en pisos okupas de Sabadell, a quienes se les imputan 39 hechos delictivos, falsedad documental y siete usurpaciones de identidad por un valor de 20 mil euros.
Asimismo, se ha investigado a otras ocho personas en las provincias de Barcelona, Cádiz, Huelva y Valencia, "que realizaban funciones de mulas" dentro de la organización criminal. El comunicado añade que los estafadores "ofertaban teléfonos móviles de alta gama, robots de cocina, ordenadores y aparatos electrónicos en páginas de anuncios de Internet que finalmente el comprador no recibía a pesar de haberlo abonado previamente".
Para ganarse la confianza del potencial comprador y lograr la captación de clientes, estas fuentes detallan que "empleaban fraudulentamente las identidades de terceras personas que antes ya habían sido estafadas".
El equipo de investigación conjunto entre los dos cuerpos policiales se constituyó ante la recepción de un total de 36 denuncias, tanto en dependencias de la Policía Nacional como de la Guardia Civil, interpuestas en diferentes puntos de la geografía nacional. Según el comunicado, "el trabajo común determinó que se trataba de una organización criminal operante desde Catalunya que insertaba anuncios fraudulentos en Internet" y que "usurpaba la identidad de terceras personas" para desarrollar la operativa.
El comunicado añade que, en otras ocasiones, la organización "actuaba como comprador", pues "contactaba con vendedores reales de productos electrónicos y enviaban recibos bancarios falsificados de ingreso del valor del producto". En estas operaciones, cuando los vendedores se daban cuenta del engaño, "los estafadores ya tenían en su poder el producto y al ser recibos falsificados resultaba imposible reclamarlo", explica el comunicado.