El ejecutivo del PDeCAT liderado por la alcaldesa Carmela Fortuny, que gobierna en minoría (diez concejales sobre 25), retiró el lunes del orden del día del pleno, diez minutos antes de que éste empezase, su propuesta de presupuestos para 2019 al saber que no contaría con los apoyos suficientes para aprobar las cuentas. El equipo de gobierno solo tenía confirmada la abstención de ERC (tres regidores) y del edil no adscrito Xavier Cortés, mientras que el resto de grupos, que en conjunto suman once concejales, habían anunciado que su voto sería negativo. Se trata de la CUP (tres ediles), Cs (tres), ICV (dos), PSC (uno), PP (uno) y el edil no adscrito Dimitri Defranc.
Fue la primera vez en lo que va de mandato que el ejecutivo retiraba del pleno una propuesta de presupuestos (a la postre, los últimos de la legislatura ya que las elecciones municipales serán en mayo). Fortuny justificó el aplazamiento de la aprobación de las cuentas al no tener la seguridad de que saldrían adelante y su negativa a prorrogar los presupuestos actuales.
Gravar los pisos vacíos
En el pleno, que se prolongó durante más de siete horas, la alcaldesa quiso convencer a los grupos de la oposición afirmando que no contar con un presupuesto "pone en crisis" inversiones importantes para la ciudad, informó Totsantcugat.cat. Una afirmación que no gustó nada a una parte de la oposición, que reclamó al ejecutivo que asumiese su responsabilidad de no llegar a acuerdos tras dos meses de negociaciones, según el mismo diario digital.
Así las cosas, Fortuny anunció que abrirá una "ronda inmediata de negociaciones" con los grupos de la oposición con la finalidad de obtener los apoyos necesarios para aprobar las últimas cuentas del mandato próximamente en un pleno extraordinario y se mostró confiada en poder lograrlo. Además, la primera edil vinculó la negativa de la oposición a aprobar los presupuestos con las elecciones municipales de mayo.
Lo que sí salió adelante en la sesión plenaria del lunes fueron las ordenanzas fiscales de 2019, marcadas por el aumento de la plusvalía y la futura creación de una tasa para gravar los pisos vacíos.
Las ordenanzas fueron aprobadas por mayoría simple con los votos a favor del equipo de gobierno, el PSC y el concejal no adscrito Xavier Cortés, la abstención de ERC y la CUP y la negativa de PP, Cs, ICV y el concejal no adscrito Dimitri Defranc.
Para 2019, el tipo impositivo de la plusvalía crece del 29 al 30%, lo que arroja un aumento medio de este impuesto del 3,4%. El resto de tributos se congelan.
Respecto a la nueva tasa sobre los pisos vacíos, concretamente se gravará la inspección que se realizará para comprobar que realmente estén vacíos, aunque todavía se tiene que acabar de definir la manera en que se gestionará la nueva tasa.
