Renfe y Adif están trabajando las 24 horas del día para restablecer lo antes posible el servicio de la líneas R4 de Rodalies (Manresa-Sant Vicenç de Calders) y R12 (Barcelona-Lleida), después de que el martes quedase interrumpido tras el descarrilamiento de un tren a la altura de Vacarisses por un desprendimiento de tierras. Mientras tanto, la compañía ferroviaria ofrece un servicio alternativo por carretera, dispositivo que está formado por 15 autobuses y 20 personas, las cuales proporcionan información y atención al cliente distribuidas por las estaciones afectadas. La evolución de los trabajos permitirá establecer una previsión aproximada sobre el restablecimiento del servicio, que podría volver a la normalidad de cara al fin de semana.
A consecuencia del accidente ferroviario, de los 133 pasajeros que iban en el tren hubo un muerto y 49 heridos -44 leves y cinco con pronóstico menos grave-. El fallecido es un vecino de Castellbell i el Vilar de 36 años originario de Uruguay que vivía en el municipio desde hacía tiempo, informó Efe. La agencia de noticias añadió que la Cancillería, a través de una nota, expresó "sus condolencias y solidaridad con la familia" del "ciudadano uruguayo-español" fallecido.
Respecto a los cinco heridos con pronóstico menos grave, cuatro aún permanecían ayer ingresados: uno en Mútua de Terrassa, otro en el Hospital de Terrassa, un tercero en Althaia Manresa y el cuarto en una mútua laboral.
Equipo humano
Tanto Renfe como Adif están realizando un gran esfuerzo para llevar a cabo las operaciones de retirada del tren y de los 450 metros cúbicos de materiales caídos en la vía, con el fin de proceder a la reparación de los importantes daños causados en la infraestructura, desplegando para ello todos los recursos materiales y técnicos necesarios.
Por ese motivo, se han movilizado un tren taller y maquinaria específica de vía y electrificación, además de excavadoras, retroexcavadoras, dumpers y maquinaria ligera. El equipo humano de Adif está formado por una veintena de técnicos especializados por turno que trabajan las 24 horas del día, además de efectivos de circulación y seguridad. Igualmente, Renfe ha desplazado a la zona a un total de 25 técnicos para trabajar en las tareas de desguace y encarrilamiento del tren.
En una primera fase, los esfuerzos se están centrando en retirar de una de las vías todos los materiales caídos y asegurar el talud de la trinchera. De esta forma, se pretende que el tren taller y el resto de la maquinaria puedan retirar parte de los vagones y realizar otras tareas.
Asimismo, los ayuntamientos de Vacarissses y Castellbell han decretado dos días de duelo -ayer y hoy- por el trágico suceso. Las banderas de los edificios municipales ondean a media asta y se ha suspendido todos los actos programados.
Además, ambos consistorios llevaron a cabo ayer al mediodía un minuto de silencio, tras el cual la alcaldesa en funciones de Vacarisses, la primera teniente de alcalde Olga Serra, reclamó más inversiones en la línea L4. "Se trata de una línea muy utilizada en la zona y hace tiempo que reclamamos más inversiones, ya que sufre retrasos y ya se han producido otros descarrilamientos e incidencias parecidas a las del martes", explicó al respecto Serra, quien también anunció una acción conjunta con otros municipios afectados, sin especificar más.
Investigación del Síndic
Asimismo, el Síndic de Greuges ha abierto una investigación para averiguar si en torno al accidente ha habido mala administración por falta de inversiones en infraestructuras y de prevención en la seguridad de las personas, informó ayer a través de una nota.
Respecto a las inversiones en infraestructuras ferroviarias, el Síndic se dirigirá, por mediación de la delegación del Gobierno en Catalunya, al Ministerio de Fomento -del que dependen Adif y Renfe- para recabar datos.
El pasado julio, el Síndic pidió a Territori y al Col·legi de Geòlegs información sobre desprendimientos de tierra y rocas y sobre las actuaciones de las administraciones para garantizar las seguridad de las personas. En octubre, el Síndic recibió el informe solicitado al Col·legi de Geòlegs, que apuntaba la necesidad de coordinación entre los operadores de las infraestructuras viarias y ferroviarias para recopilar datos y poder crear una herramienta de gestión del riesgo de desprendimientos. A día de hoy, el organismo aún no ha recibido el informe reclamado a Territori.