Unas 40 familias que viven en dos bloques y diez casas en la calle de Maria Mercè Marçal, en el núcleo urbano de Viladecavalls, tuvieron que ser desalojadas ayer de sus viviendas después de que cediese las tierras sobre las que se asientan los patios a causa de la lluvia y se derrumbasen algunos de ellos. Los propietarios, que han pasado la noche fuera de sus casas, siguen hoy sin poder acceder a sus viviendas (solo les dejan entrar para coger enseres) y todavía no saben cuando podrán volver. Están a la espera del informe técnico del Ayuntamiento, que no estará listo al menos hasta el lunes. Los vecinos están desesperados. “Ya hemos cogido ropa para una semana”, afirmó ayer resignada una vecina.
Por otro lado, Protección Civil ha desactivado el plan INUNCAT por la mejora de la situación meteorológica y el estado de los ríos.