La Sala de las Tinas de El Celler de Rubí fue la sede de la cata final de la sexta edición de los Premis Vinari, distinciones que reconocen a los mejores vinos de Catalunya. Personalidades relacionadas con el mundo del vino, profesionales de la distribución, enólogos, periodistas y sommeliers, se dieron cita en este evento, que contó también con la presencia de la consellera de Agricultura, Ganaderia, Pesca i Alimentació de la Generalitat de Catalunya, Teresa Jordà, la alcaldesa de la localidad rubinense, Ana María Martínez, y el director general del Institut Català de la Vinya i el Vi (INCAVI), Salvador Puig.
Precisamente, El Celler se rehabilitó en el año 2013 y en su estreno acogió la cata final de la primera edición de estos galardones. Desde entonces, la elección de los mejores vinos catalanes se dirime en Rubí. El último fin de semana del mes de octubre, se celebra en esta misma localidad la Feria del Vino, en la que se pueden probar de nuevos los mejores vinos seleccionados en este certamen.
En la final competían 197 vinos, elegidos previamente al obtener las mejores puntuaciones en la fase previa del concurso, con un total de 902 caldos participantes en esta edición. Se trata de la cifra más alta de participación en los seis años de historia de estos premios.
Los 25 catadores se enfrentaban a una evaluación de los vinos finalistas con la botella tapada, con la única información de la añada y la categoría de cada producto. Las puntuaciones premiaban a vinos blancos, tintos, rosados, espumosos y dulces, divididos en doce categorías. La gala de entrega de los premios se celebrará el próximo 5 de octubre, en el Auditori de Vilafranca del Penedès.
Un sector que crece
Eva Vicens, consejera y directora de los Premis Vinari, destacó la importancia del sector vinícola en Catalunya y recordó que es un sector que crece en cifras y en calidad. "Nuestra voluntad es darle voz al vino y estamos recibiendo comentarios muy positivos de las botellas de la cata final, y esto es porque el producto es excelente", manifestó Vicens. La director de este concurso añadió que "estamos ante un país de vino y nos toca cuidarlo y reivindicarlo tan alto como sea posible".
Jordà, que antes de asistir a la cata final visitó el Ayuntamiento de Rubí y firmó en su libro de honor, comentó que el cultivo de la viña, el consumo del vino y la tradición del campo es una parte de nuestra identidad colectiva", y ofreció a Rubí ser de nuevo la sede de la cata final en la próxima edición de los Premis Vinari, en 2019.
La cata final se cerró con una cena a cargo del restaurante rubinense L’artesana, con una buena presencia de comensales. Además de los doce premios mencionados, en la gala final del 5 de octubre también se galardona a la trayectoria profesional (Premio Vinos y Licores Grau), al mejor proyecto ecológico (Premio Nissan), a la mejor etiqueta (Premio AGBAR), al mejor espumoso y a la mejor bodega (Premio Riedel). Finalmente, el Gran Vinari d’Or se entregará al vino mejor valorado de todas las categorías.