Sant Cugat cerró el domingo cuatro intensos días de fiesta mayor, con más de 200 propuestas para todos los gustos, la implicación de un centenar de entidades y la participación de más de 200 trabajadores y voluntarios. Una fiesta mayor que destacó por su marcado acento local, la alta participación, el civismo -no se produjeron incidencias destacable- y la solidaridad. Al menos, ese es el balance que hizo la alcaldesa de Sant Cugat, Carmela Fortuny, al reivindicar la apuesta por un modelo de fiesta "con huella santcugatense, donde es la gente quien la crea, participa y la disfruta, y que da visibilidad a la cultura popular y tradicional", según declaraciones recogidas por Cugat.cat.
Fondos
La primera edil agradeció a la ciudadanía el civismo con el que se vivieron los festejos -se registraron muy pocos incidentes y la mayoría de ellos estuvieron relacionados con la bebida- y resaltó la solidaridad que recorrió muchas de las actividades programadas, ya fuese para recaudar fondos para causas solidarias o para mantener vivo el recuerdo de los exconsellers encarcelados o huidos por el referéndum del 1-O.
Como botón de muestra de este espíritu solidario, destacar que durante el concurso de arroces, todo un clásico de los festejos, se recaudaron 4.500 euros para Càritas.
Algunas cifras de la fiesta fueron las 250 paellas del concurso de arroces, que en su 38ª. edición fue seguido por más de 4.200 personas; los 250 asistentes al Tast de Vins; los 200 manteles y los 1.200 gorros vendidos; los 350 participantes del correplazas o los 1.200 paquetes de colores que se vendieron para la fiesta Holi.
En el marco de la cultura popular y tradicional, no faltó el Paga-li Joan, con casi cien parejas bailando la danza del abanico y el ramo; la Matinada Bastonera, a cargo de los Bastoners de Sant Cugat, con la participación de un centenar de miembros de la colla; la Diada Castellera; la Trobada Gegantera; el correfoc de los Diables; las sardanas o las habaneras, por citar solo algunas actividades.
Pese a que los festejos se iniciaron el jueves por la tarde con lluvia, lo que obligó a suspender y aplazar algunas actividades, el programa se pudo desarrollar con normalidad y finalmente el buen tiempo acompañó los días de fiesta, a los que se sumaron miles de santcugatenses.
La fiesta mayor se despidió el domingo por la noche con el tradicional castillo de fuegos, un fin de fiesta con Dj y un pase de fotos de los festejos a cargo de Mariana Castel. También hubo un recital de habaneras y una cena en el Parc Central, en la que los asistentes disfrutaron de un pícnic y de los diferentes productos gastronómicos que ofrecían los food trucks.
Como en ediciones anteriores, la fiesta se dividió en trece espacios temáticos para que el público escogiese el que más se adecuase a sus gustos. Así, hubo espacios para los espectáculos familiares, la cultura popular y tradicional, el colectivo juvenil, el deporte, la música y la gastronomía o para los amantes del jazz, de la danza o de la cerveza artesana, entre otros.