“Un plan de acción urgente de consolidación y restauración”. Eso es lo que recomienda un informe reciente del servicio municipal de Patrimonio y Mantenimiento del Ayuntamiento de Terrassa para la “Església Vella de Rellinars”. El mismo informe añade que “sería necesario también estudiar la actuación en su entorno inmediato para tratar de recuperar los restos arqueológicos que hay en la finca y que incrementan el valor histórico del conjunto arquitectónico”. Un conjunto que está formado por una nave prerrománica que se conserva bastante bien y un campanario que corre peligro de derribarse. En 1961 se arrancaron las pinturas murales románicas que contenía y se cedieron al Museu de Terrassa, que todavía las conserva. Ese mismo año, las pinturas se expusieron en Barcelona, en el marco de un congreso internacional de arte románico.
