Los Mossos d’Esquadra, en colaboración con la Federació Catalana de Discapacitat Intel·lectual (Dincat), la Fundació Vicki Bernadet y la Fundació Catalana Síndrome de Down, han puesto en marcha un proyecto pionero en el ámbito policial europeo para ayudar a prevenir y detectar abusos de cualquier tipo a personas con discapacidad intelectual. El proyecto, que fue presentado esta semana en Sant Cugat, incluye talleres didácticos que funcionan desde el pasado mes de marzo y que van dirigidos tanto a los centros que trabajan con personas con discapacidad intelectual como a los agentes policiales, que también han recibido formación específica.
Los talleres se imparten por toda Catalunya con el sistema ROA (reflexión, ofrecimiento y aplicación) con la finalidad de dotar de más herramientas a los Mossos, por un lado, y de facilitar a las posibles víctimas y su entorno la identificación de situaciones de abuso, por otro.
La iniciativa también incluye diversas guías ilustradas que recogen casos sencillos y prácticos para detectar abusos económicos, sexuales, físicos o de cualquier otro tipo.
Tecnologías
Este colectivo es muy heterogéneo y las personas que lo integran pueden convertirse fácilmente en víctimas a causa de su especial vulnerabilidad. Por ello, algunos de los ámbitos que se tratan en los talleres dirigidos a ellos son los abusos sexuales, psicológicos, económicos, delitos relacionados con el uso de las tecnologías y otros que puedan sufrir. También se les facilita toda la información y recursos necesarios para que puedan detectar si están siendo víctimas de delitos de odio y discriminación.
“Este proyecto es pionero en el ámbito policial europeo y el objetivo es la prevención y la detección de estos abusos”, destacó el portavoz de los Mossos d’Esquadra, el inspector Albert Oliva, en la presentación del proyecto. Así, el objetivo es doble. Primera meta: proveer, a través de la formación, de recursos suficientes a los agentes de los Mossos para brindar una atención adecuada a este colectivo en diferentes situaciones de abusos. Segunda: trabajar directamente con el colectivo, con talleres orientados a la identificación de los posibles abusos y delitos que puedan sufrir, su prevención y sobre cómo actuar en caso de ser una víctima.
Estos talleres específicos para el colectivo se llevan a cabo a través de la red que ofrece la federación Dincat, que representa a cerca de trescientas entidades sociales que trabajan con personas con discapacidad intelectual.
El proyecto también incluye la difusión por las redes sociales de vídeos dirigidos al colectivo y su entorno encaminados a identificar y afrontar determinados delitos y formas de abuso, para aflorar la problemática y poder tratarla.
Al referirse a los motivos por los que los Mossos d’Esquadra llevan a cabo esta iniciativa, Oliva indicó que “no trabajamos por la estadística, sino para ofrecer una atención adecuada a las personas con necesidades específicas”. En este sentido, el inspector de policía destacó que de las víctimas de violencia sexual en 2017 (abusos y agresiones sexuales), el 5,2% fueron personas con discapacidad. Y de ese porcentaje, el 87% fueron mujeres y el 31%, menores de edad.