Marçal Obiols es un santcugatense de 18 años que con 13 tuvo que estar ingresado en el Hospital Universitari de la Vall d’Hebron durante unas tres semanas a causa de una encefalomielitis, una grave patología que comporta la afectación del sistema nervioso y, en ocasiones, causa pérdida de sensibilidad. Su curación requiere reposo absoluto en la cama y, en algunos pacientes, este reposo deja secuelas como el pie equino (una deformación de los pies en la que estos quedan permanentemente flexionados hacia adentro).
A partir de esta experiencia nada agradable (Marçal se pasó la primera semana en la UCI), el joven santcugatense sacó algo en positivo. Dedicó su trabajo de investigación de bachillerato, que curso en la Escola Pia Balmes de Barcelona, a crear una férula para evitar deformaciones en los pies durante el reposo hospitalario. El joven, que en la actualidad cursa primero de la carrera de Economía (la hace en inglés) en la UAB, donó hacer un par de semanas la férula a la Vall d’Hebron, que colaboró con él en la creación del soporte, para que "hagan el uso que crean oportuno", señaló ayer a este diario.
Cortadora láser
"La idea -explicó- surgió hablando con mis padres sobre el trabajo de investigación de bachillerato. No tenía ni idea de qué hacer y recordamos aquellos días en el hospital, con mi padre sacando los cajones de la mesita de noche de la habitación para apoyar los pies, ya que con los cojines no era suficiente".
Con la idea ya en la cabeza, el joven leyó que en un hospital de EEUU habían creado con una impresora 3D la prótesis de un brazo para un niño… y se lanzó. Fue entonces cuando encontró el primer obstáculo: las dimensiones que requería el soporte no permitían crearlo con una impresora 3D porque "era muy grande, y lo que hice fue imprimir el prototipo, pero a escala". En este proceso contó con la colaboración del director del centro de fabricación digital FabLab Sant Cugat, Matthieu Laverne.
Marçal no se quedó aquí y acudió entonces al taller de corte y grabado 2D Appart 810, también en Sant Cugat. especializado en la creación y fabricación de objetos cortados y grabados a láser. Allí le ayudó el arquitecto y diseñador Pau Hormigo.
Y por fin pudo crear su férula con una cortadora láser. Se trata de una estructura de madera que tiene forma de ángulo recto, forrada con un panel de material ortopédico para apoyar cómodamente los pies. La medida de la férula está pensada para niños de 4 a 13 años ya que unas gomas permiten ajustarla en función del tamaño del pie.
Marçal, que ahora se está planteando patentar el invento, aunque todavía no ha tomado ninguna decisión al respecto, se muestra satisfecho con el solo hecho de haber creado el molde. "Se puede utilizar muy bien, evita la deformidad de los pies y está diseñado para que no salgan llagas", señala. Y apunta irónico que de llegar a usarse "ya no será necesario sacar los cajones de las mesitas de las habitaciones de los hospitales para ponerlos en los pies", rememorando lo que hacía su padre cuando estuvo ingresado.
Para crear la férula, el joven -que aprovechó ayer para expresar públicamente su agradecimiento a la Escola Pia Balmes- también contó con el asesoramiento de las doctoras de la Vall d’Hebron Mar Meléndez, del servicio de Medicina Física y Rehabilitación, y Mireia del Toro, de Neurología Pediátrica. No cabe decir que su trabajo de bachillerato fue puntuado con un diez.