Esta semana se ha vuelto a poner en funcionamiento el reloj del campanario del Monestir, después de haber estado parado unos meses. De esta manera, Sant Cugat recupera los sonidos horarios característicos de las campanas, que ya vuelven a sonar cada hora a través de un sistema automático. Desde el pasado mes de abril, les campanas del Monestir sólo sonaban para actos litúrgicos que se realizaban en la iglesia.
El acto de puesta en funcionamiento del reloj, presidido por la teniente de alcalde Carmela Fortuny, también sirvió para rendir homenaje a la Penya Regalèssia, que después de años encargándose del mantenimiento del reloj ha cedido el testigo al Ayuntamiento.
Asimismo, a principios del próximo año se prevé iniciar los trabajos para restaurar el mecanismo original del reloj del campanario del Monestir que, con más de dos siglos de historia, es uno de los más antiguos en funcionamiento de Catalunya. La previsión es que la restauración esté finalizada a mediados de 2018.
Fachada principal
Todo apunta a que el reloj es de 1789 y desde entonces no ha dejado de funcionar. Se trata de un reloj de torre, mecánico, formado por la maquinaria y las dos campanas de los cuartos y las horas. El reloj tiene como finalidad marcar los toques de cuartos y horas con las campanas. El mecanismo está ubicado a la planta tercera del campanario y las campanas, en las dos torretas superiores.
Después de la exclaustración de 1835, el reloj y toque de campanas se atribuyeron al Ayuntamiento. En los últimos años, se han hecho cargo del mantenimiento vecinos como Francesc Vila Trabal, en "Bal"’, y miembros de la Penya Regalèssia. La entidad restauró y electrificó el reloj entre 1982 y 1986 y asumió su mantenimiento, que ahora deberá llevar a cabo el Consistorio.
Por otro lado, las obras de restauración del Monestir, iniciadas el pasado mes de agosto, avanzan a buen ritmo. Estos trabajos se prolongarán durante cinco años y la previsión es que reciban una inyección anual de medio millón de euros por parte del Ayuntamiento, la Diputació y la Generalitat.
Los trabajos actuales consisten en colocar refuerzos metálicos en las paredes que hay en la parte superior de la fachada principal y en restaurar los canales de agua y los
bajantes de las cubiertas de la iglesia y el claustro, que se han reforzado. Paralelamente, en la Casa Abacial se están efectuando obras de consolidación de la torre; renovando los canales y bajantes de la cubierta del edificio, y restaurando las baldosas que hay bajo los balcones.
De cara al próximo año, se restaurará la muralla, continuando con la actuación que ya se ha llevado a cabo este año en su tramo este, que es el más antiguo, del siglo XIV. Las obras de restauración de la muralla están financiadas por la Diputació de Barcelona.
El Ayuntamiento de Sant Cugat, la Generalitat y la Diputació tienen el compromiso de continuar preservando el Monestir, con aportaciones económicas importantes en los próximos cinco años, que permitirán llevar a cabo toda una serie de mejoras en la iglesia, las murallas, el claustro y la Casa Abacial.