El Ayuntamiento de Sant Cugat denunciará a los organizadores de una manifestación a favor de la unidad de España el lunes frente al Consistorio después de que algunos de los participantes lanzasen huevos y tomates contra el edificio municipal y quitasen de su fachada la pancarta "Llibertat presos polítics", que se repondrá. La querella la anunció ayer la alcaldesa de Sant Cugat, Mercè Conesa (PDeCAT), al considerar a los organizadores de la concentración, VOX y Somatemps, "instigadores de unos hechos violentos que condenamos". En la denuncia también se reclamará que "los daños económicos" causados durante la protesta "sean compensados", dijo la primera edil.
Conesa lamentó que "no se tuvieron en cuenta las actitudes cívicas que reivindicamos en cualquier manifestación y no se garantizó el respeto hacia la casa consistorial". "La nuestra -prosiguió- es una ciudad plural, de paz, muy libre, donde todo el mundo se puede expresar, pero siempre en son de paz. Nunca hemos conocido acciones violentas y por eso creemos que las actitudes que se produjeron no son admisibles y no las queremos en nuestra ciudad. Las personas que las protagonizaron, algunas de fuera de Sant Cugat, no son bienvenidas en la ciudad."
En la protesta participaron unas 500 personas y culminó con un grupo de asistentes arrancando la pancarta "Llibertat presos polítics" del balcón del Consistorio. Convocada el domingo a través de las redes sociales, estuvo acompañada de cánticos contra el expresident Carles Puigdemont; los exconsellers; el exjefe de los Mossos, Josep Lluís Trapero; la alcaldesa, Carme Conesa, e incluso el medio de comunicación Tot Sant Cugat.
Grupos ultra
Bajo el lema "No en nuestro nombre", la manifestación se desarrolló de forma pacífica hasta que se lanzaron huevos y tomates contra la pancarta y finalmente se arrancó. A ella se sumaron los concejales de C’s Aldo Ciprian y el PP Álvaro Benejam, así como miembros de Democracia Nacional y Plataforma per Catalunya.
Conesa defendió ayer la actuación policial durante la protesta, que calificó de "proporcionada y mesurada" ante una situación "de extrema tensión". "Lo que hizo la policía fue intentar contener a los colectivos violentos, algunos de cuyos miembros ya han sido identificados y pertenecen a grupos ultras de alguna ciudad del entorno", añadió la primera edil.
"Repondremos la pancarta y seguiremos reivindicando la libertad de los presos políticos y respetando la posición de todo el mundo, pero pedimos que también se respete la nuestra", concluyó la alcaldesa de Sant Cugat.