Varapalo de la oposición al ejecutivo de Viladecavalls (PDeCAT y PSC), que gobierna en minoría, al impedir en un pleno extraordinario el miércoles que prosperasen las ordenanzas fiscales de 2018. El documento se quedó en papel mojado al ser rechazado en bloque por los siete concejales de los grupos de la oposición (ERC, Fem, Acord y C’s), frente al apoyo (insuficiente) de los seis ediles del equipo de gobierno. El voto en contra vino motivado por la propuesta de aumentar el recibo de la basura un 12%. Las ordenanzas contemplaban la congelación del resto de impuestos.
Ahora, tras tumbar la oposición el documento, el ejecutivo que lidera la alcaldesa Cesca Berenguer se verá obligado a prorrogar los impuestos y precios públicos de este año, lo que significa que todos (incluido el de residuos) quedan congelados.
"Compensar el déficit"
Las de 2018 son las primeras ordenanzas fiscales que el gobierno local no logra sacar adelante en lo que va de legislatura, lo que representa un punto de inflexión que podría marcar lo que queda de mandato. Las de 2016, que contemplaron la congelación de impuestos, se aprobaron por unanimidad y las de este año, que incluyeron un aumento del 5% del recibo de la basura, contaron con el apoyo de ERC, mientras que el resto de grupos se abstuvieron.
Durante el pleno, la alcaldesa justificó la propuesta de aumentar el recibo de la basura (que, de haber prosperado, hubiese supuesto subir esa tasa por segundo año seguido) para "compensar el déficit" en la cuantía de la prestación del servicio previsto para 2018, que se incrementa. "Apostamos por hacer pagar por lo que se gasta", añadió Berenguer en relación a esta tasa.
La primera edil especificó ayer que la recogida de residuos cuesta este año al Ayuntamiento del orden de 555 mil euros. De esa cifra, el 98% se ha sufragado con la recaudación del impuesto y el 2% restante (once mil euros) salió directamente de las arcas municipales. De cara a 2018, la previsión es que el servicio se incremente hasta los 618 mil euros, sobre un 11% más, motivo por el que el equipo de gobierno quería aumentar la tasa, que hubiese supuesto pagar entre 7 y 14 euros más (en función del tipo de vivienda) por recibo. En cualquier caso, Berenguer advirtió que el hecho de que no haya prosperado el aumento de la basura supondrá "dejar de hacer alguna inversión para pagar el déficit del servicio".
Al argumentar su rechazo a las ordenanzas fiscales de 2018, los grupos de la oposición coincidieron en la "falta de diálogo" del equipo de gobierno para consensuar el documento. Así, la portavoz de ERC, Glòria Ullés, habló de "falta de acuerdo y negociación" con la oposición, mientras que desde Fem Viladecavalls, Carles Rodríguez insistió en que "no ha habido debate ni negociación". Y añadió que Viladecavalls es el cuarto municipio de la comarca con la tasa de residuos más cara. La concejal de Acord per Viladecavalls, María José Rodríguez, también defendió su voto en contra a las ordenanzas por la subida de la basura y planteó la puesta en marcha de la recogida puerta a puerta, mientras Carlos Méndez (C’s) reiteró la "falta de diálogo".
Artículo 155
El pleno también aprobó una moción en contra del 155 promovida por la Associació de Municipis per la Independencia y la Associació Catalana de Municipis, moción que se votó en dos partes. La primera, que da su apoyo al Parlament para declarar la DIU, contó con los votos a favor del PDeCAT, ERC y Acord, en contra del PSC y C’s y la abstención de Fem. La segunda votación, en contra de la aplicación del 155, contó con el respaldo de todos los grupos, a excepción de C’s, que se opuso.