Un piromusical conmemorativo de los 25 años de los Juegos Olímpicos de Barcelona cerró el domingo la fiesta mayor de Rubí, que durante cinco días ofreció una programación diversa con hasta 210 actividades.
La alcaldesa, Ana María Martínez, no dudó en afirmar que ha sido “una de las mejores fiestas mayores de nuestra historia” y destacó el éxito de las propuestas musicales del Escardívol, el espacio que un año más congregó más público, en especial las actuaciones de Fangoria (16 mil personas) y Hombres G (17 mil).
Además de las grandes citas del Escardívol, la alcaldesa subrayó el buen funcionamiento del resto de espacios de la programación.
Jazz
Entre esos espacios, destacó las plazas de Salvador Allende, con un número creciente de actividades para jóvenes y la incorporación de propuestas lúdico-deportivas, y Anselm Clavé, donde este año se programaron más conciertos de blues. Otros espacios remarcables fueron el Ateneu Municipal, con unas jornadas de jazz plenamente consolidadas; el Celler, como lugar ineludible para los amantes del circo y danza contemporáneos, o la Rambla del Ferrocarril, donde las actividades familiares disfrutaron de una gran acogida.
También fue un éxito de afluencia la segunda edición del Holi Dolly Rubí Festival, con nueve mil participantes.
En cuanto a los espectáculos programados en el anfiteatro del parque del Castell, Carlos Baute reunió a más de 900 personas en el concierto inaugural de la fiesta mayor, la misma cifra que la tradicional actuación del Esbart Dansaire de Rubí.
En el teatro municipal La Sala, Revólver ofreció un largo recital ante cerca de 500 personas y Maria del Mar Bonet cerró la oferta de conciertos con más de 370 espectadores.