El Ayuntamiento de Rubí dio luz verde recientemente en un pleno a un total de 22 proyectos pertenecientes al plan municipal de inversiones de este año, con un montante de 3,2 millones de euros. La idea ahora es aprobar el resto de proyectos que completan el plan de inversiones en el pleno de este mes, hasta alcanzar un total de 6,3 millones de euros, con la intención de que reciban consignación presupuestaria en una sesión plenaria posterior para que las obras puedan ser adjudicadas antes de que finalice el año.
La gran mayoría de proyectos aprobados en este primer paquete de inversiones hacen referencia a actuaciones urbanísticas, con la reforma de caminos y carriles bici; la renovación del asfalto de algunas calles, nuevas aceras y mejoras en los polígonos industriales.
Así, se reurbanizará la plaza del Onze de Setembre (con un coste de 240 mil euros) y un tramo de las calles de Magí Ramèntol (234 mil euros); Torrent de l’Alba (226 mil euros) y Maximí Fornés (un millón de euros), convirtiéndolos en espacios de plataforma única.
Asimismo, con el objetivo de mejorar la accesibilidad, se ampliarán les aceras de las calles de Méndez Núñez (87 mil euros), General Castaños (89 mil euros) y Unió (152 mil euros).
En cuanto a los polígonos industriales, se llevarán a cabo actuaciones por valor de más de un millón de euros en Can Rosés, La Llana y Can Jardí. Consistirán en la renovación de aceras, rotondas y asfaltado de calles y la mejora de las zonas de aparcamiento y la movilidad.
La alcaldesa de Rubí, Ana María Martínez (PSC), explicó que se trata de un paquete de proyectos diseñados “para dar cumplimiento a nuestros objetivos de mandato […], que pasarían por tener una ciudad accesible para todos y con visión de infancia; apoyar la actividad económica a través de la mejora de los parques empresariales, y dotar a Rubí de una red ciclista que posibilite la movilidad sostenible y la práctica del deporte”.
Tejido comercial
En relación a la pacificación de varias calles del centro y la ampliación de aceras en otras vías, la primera edil señaló que “va ligado a nuestro convencimiento de que la ciudad debe tener un centro pacificado, una circulación que prioriza a los peatones y que dinamiza y favorece al tejido comercial”. Y añadió que “la recuperación del espacio urbano desde la visión de los niños es fundamental”.
“Estamos convencidos -afirmó la alcaldesa a modo de conclusión- de que son unas actuaciones necesarias para la ciudad que mejorarán la calidad de vida de los vecinos”.