Si en los últimos meses el problema de los malos olores en Can Trias se había convertido en un elemento de enfrentamiento entre el equipo de gobierno y los partidos de la oposición, esta situación dio un giro radical en el pleno municipal celebrado el jueves, en el que todos los grupos municipales impulsaron una moción conjunta para que la localidad se dote de una ordenanza sobre olores.
La aprobación unánime de esa moción en el pleno escenificó la unión de todas las formaciones para hacer frente al problema, reconduciendo, al menos de momento, la crispación generada en los últimos meses.
La moción, de hecho, ya había sido impulsada por Fem Viladecavalls, en la oposición, en un pleno anterior, pero fue tumbada al no reunir los apoyos necesarios. Ahora se retoma y, los más importante, la hace suya todo el plenario, lo que pone de manifiesto, al menos sobre el papel, la voluntad de trabajar todos juntos para solucionar el problema.
El texto advierte sobre la necesidad de dotarse de esta nueva ordenanza para dar respuesta a las constantes "quejas vecinales" en Can Trias por los malos olores, que incluso ha propiciado la creación de un "movimiento organizado" entre los vecinos. La magnitud del problema, por tanto, hace necesaria la ordenanza, viene a decir la moción.
Ponerse a trabajar
El portavoz de Fem Viladecavalls, Carles Rodríguez, deseó que la ordenanza sirva para "proteger a los vecinos" y urgió al equipo de gobierno (PDeCAT y PSC) a ponerse a trabajar ya en su redacción.
En términos similares se pronunciaron el resto de partidos. Desde ERC, su portavoz, Glòria Ullés, destacó que la nueva normativa "nos permitirá seguir el día a día de este tema no resulto"; la concejal de Acord per Viladecavalls, María José Rodríguez, anheló que "entre todos seamos capaces de dar respuesta a esta problemática", mientras que el edil de Ciutadans, Carlos Méndez, calificó la futura ordenanza de "necesaria y fundamental" y reclamó que se elabore con "rapidez" y que sea "efectiva".
Por otro lado, el pleno aprobó la supresión del mercadillo de los sábados en el polígono de Can Trias después de que la empresa que lo gestionaba desde 2013 haya cesado su contrato con el Ayuntamiento por "inviabilidad económica del servicio". Asimismo, se dio luz verde a la grabación de los plenos municipales. Ambos puntos salieron adelante por una unanimidad.