Vallés

Las interminables obras del enlace de la AP7 con la A2 ya ven el final del túnel

La pesadilla en que se han convertido las obras del enlace entre la AP7 y la A2, a la altura de Castellbisbal, parece llegar a su fin. Los trabajos, a cargo del Ministerio de Fomento, se iniciaron en 2007 y desde entonces se han producido en torno a ellos un cúmulo de despropósitos, que incluye varias paralizaciones, la última el pasado año. Ahora, Fomento ha anunciado que las obras se retomarán en verano y que se ejecutarán 19 meses. Si el nuevo anuncio del ministerio, el último de una larga lista de incumplimientos, se materializa, el enlace estará listo en 2019, trece años después de la licitación del proyecto.

El nuevo calendario para acabar las obras del enlace entre la AP7 y la A2, destinado a mejorar la comunicación entre el Vallès Occidental y el Bages, fue anunciado por director general de Carreteras del Ministerio de Fomento, Jorge Urrecho, en un encuentro con el alcalde de Sant Andreu de la Barca, Enric Llorca.

Así, el proyecto complementario que motivó la última paralización de las obras, en 2016, ya está en su fase final, lo que permitirá reanudar los trabajos en verano. El nuevo proyecto, que supone la tercera modificación que se hace sobre el original, ha comportado una variación del presupuesto inicial, que ha pasado de 50 a 76 millones de euros (gran parte de ese dinero ya se ha empleado para la nueva infraestructura). De hecho, hace seis años que la obras ya debería estar terminada ya que sólo queda por acabar el último tramo para garantizar la conexión.

Los Presupuestos Generales del Estado de este 2017, pendientes de aprobación, contemplan una partida de 2,8 millones para retomar los trabajos este verano y Fomento prevé seguir invirtiendo 1,5 millones en 2018 y 4,8 millones en 2019 para finalizar la conexión.

El enlace ahorrará a los vehículos un trayecto de 12 kilómetros por carreteras comarcales para poder pasar de la AP7 a la A2 y viceversa. Se calcula que por estas carreteras circulan a diario unos 40 mil vehículos que realizan este intercambio entre la autopista y la autovía.

Escepticismo
La mejora de la comunicación entre ambas vías supondrá también un empuje económico importante para el territorio, favoreciendo la instalación de nuevas empresas y la generación de empleo.

El alcalde de Castellbisbal, Joan Playà, expresó ayer su malestar por la forma en que Fomento ha anunciado el reinicio de los trabajos, en una reunión con su homólogo de Sant Andreu de la Barca. “No ha habido una comunicación oficial, como, de hecho, ya ha sucedido en otras ocasiones”, lamentó Playà, que añadió que esa actitud evidencia que Fomento “menosprecia de manera reiterada a los ayuntamientos” interesados en esta obra.

Al anuncio de la reanudación de los trabajos, un escéptico Playà le dio una “credibilidad relativa” por el lamentable recorrido que ha tenido el proyecto y exigió a Fomento “un compromiso firme de que las obras empezarán y acabarán”.

Diez ayuntamientos del Vallès Occidental y el Baix Llobregat crearon el pasado marzo un frente común para exigir a Fomento que retomase y finalizase las obras. A la iniciativa, impulsada por Castellbisbal, también se sumaron los ayuntamientos de la comarca de Sant Cugat, Rubí y Terrassa. Respecto al Baix Llobregat, forman

parte de la plataforma los consistorios de Molins de Rei, El Papiol, Sant Andreu de la Barca, Martorell, Pallejà y Corbera. La plataforma recogió firmas e impulsó un manifiesto con el título de “Connexió ara!”.

Tras el anunció efectuado por el Ministerio de Fomento conforme las obras se retomarán en verano, esta plataforma solicitará en breve una reunión con su titular, Iñigo de la Serna, para conocer los detalles del nuevo calendario y arrancar un compromiso firme de finalización de los trabajos.

Las obras arrancaron en 2007 y en 2010 se paralizaron a causa de los recortes por la crisis. Se volvieron a retomar en 2011, aunque a un ritmo muy lento y en 2013, la entonces ministra de Fomento, Ana Pastor, anunció que en 2015 estarían acabadas. No sólo no fue así, sino que el pasado año los trabajos se volvieron a paralizar.

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