La Guardia Civil ha desarticulado un grupo que enviaba a Brasil anfetaminas, speed y hachís camuflados en libros infantiles a través del aeropuerto de El Prat. El instituto armado informó ayer a través de un comunicado que a raíz de la investigación para desarticular ese grupo se localizó a otro que cultivaba marihuana, entre otros lugares, en el interior de una residencia de ancianos abandonada y de una casa deshabitada propiedad de una entidad bancaria, en Valldoreix y La Floresta, en Sant Cugat, y en Sant Celoni.
En total, han sido detenidas cinco personas, tres de ellas de nacionalidad rumana, una argentina y otra española, y se investiga a otros dos ciudadanos españoles. A los arrestados se les acusa de los delitos de pertenencia a grupo criminal, tráfico de drogas, falsedad, usurpación de inmueble y defraudación del fluido eléctrico.
La primera de las investigaciones se inició después de que, entre los meses de marzo y junio del año pasado, se interceptaran en el aeropuerto de El Prat siete envíos de paquetes con destino a Brasil de libros infantiles de “Drácula” con desplegables impregnados de anfetamina, speed y hachís.
Los agentes decomisaron en esos siete envíos, que llevaban unos datos de destinatario falsos, un total de 14,5 kilos de anfetamina y 1,8 kilos de hachís.
En los registros practicados en Barcelona, Sabadell y Mataró la Guardia Civil encontró material para fabricar los libros en los que ocultaban la droga, como impresoras, plastificadoras y cartuchos de tinta.
Mientras investigaba a esta banda, los agentes dieron con otra organización que se dedicaba a cultivar marihuana en el interior de casas y practicaron dos registros en Sant Cugat y Sant Celoni, donde decomisaron 1.331 plantas de marihuana, poco más de dos kilos de hachís y 913 gramos de marihuana lista para la venta.
Los supuestos delincuentes habían organizado una plantación de marihuana en el interior de una residencia de ancianos abandonada en la zona de Sant Cugat, donde disponían de un sofisticado sistema de climatización, con aire acondicionado, extractores de humo y lámparas caloríficas.
En la localidad de Sant Celoni, la banda también había habilitado una plantación de marihuana tras ocupar de noche una casa y cambiarle las cerraduras, después de comprobar que era propiedad de una entidad bancaria, por lo que no iban a ser desalojados a corto o medio plazo.
Al grupo criminal, que tenía infraestructura para sacar adelante una plantación de unas 2.500 plantas de marihuana, se le intervino también 55 billetes falsos de 50 euros, además de ordenadores, discos duros, dos carabinas y dos armas blancas prohibidas.
En los registros acompañó a los agentes policiales un técnico de la compañía eléctrica, que comprobó que la banda se había enganchado ilegalmente a la red y que calculó que habían defraudado cerca de 30 mil euros.
Ambas operaciones contra estos grupos criminales han sido dirigidas por el titular del juzgado de instrucción número 4 de El Prat de Llobregat.