El Ayuntamiento de Vacarisses, junto con la Diputació, habilitará dentro de una semana una isla peatonal en el núcleo urbano para mejorar la convivencia y fomentar el comercio que funcionará como una prueba piloto durante tres meses. Luego se evaluará la experiencia para decidir si se le da continuidad o se realizan los ajustes que se crean necesarios. La iniciativa se pone en marcha después de realizar hace unos meses un trabajo de campo en el núcleo urbano para recoger las necesidades y propuestas de vecinos, comercios y entidades.
El proyecto, elaborado por la Diputació, persigue "crear espacios de relación en el núcleo urbano, promover las condiciones necesarias para que la gente pueda pasear y relacionarse, que ahora no se dan", declaró ayer el alcalde, Antoni Masana. Y subrayó que la iniciativa no se realiza solo en beneficio de los habitantes del núcleo urbano: "También beneficia a la gente de las urbanizaciones, porque lo que se pretende es que puedan venir al núcleo urbano a comprar y pasear en unas buenas condiciones".
Jardineras
La isla peatonal, que comenzará a ser una realidad el día 10, no es definitiva, sino que funcionará durante tres meses para probar las mejoras introducidas. Por ese motivo, no se ha llevado a cabo ninguna obra e inversión importantes, sino que se ha buscado una manera fácil y reversible de ocupar el espacio público. De hecho, el Ayuntamiento ha invertido unos cuatro mil euros en adquirir los elementos que delimitarán la isla peatonal, los cuales podrán ser reutilizados después en otros espacios en caso de que no cumplan su función.
En las nuevas zonas de peatones los vehículos podrán circular, pero a una velocidad muy reducida ya que la prioridad será el viandante. Para hacer más visibles estos espacios se ubicarán diferentes elementos, como terrazas de bar, jardineras, cubos de piedra, bancos y pintura de colores en el pavimento.
También habrá cambios de zonas de aparcamiento y del sentido de la circulación en algunas calles. En concreto, se suprimirán algunas plazas fijas de aparcamiento a cambio de aumentar las de la zona azul gratuita, que contribuyen a la rotación de vehículos ya que durante el día solo se permite estacionar durante un periodo determinado de tiempo. Lo que se pretende es que este sistema de zona azul, que ya existe, realmente se ajuste a la normativa y cumpla su cometido. Por eso, a partir de este mes se trabajará para hacer efectivo su cumplimiento. Los primeros días tras la puesta en marcha de la isla peatonal no se pondrán multas, sino que primero se avisará de los cambios.
Segunda fase
Una comisión se seguimiento evaluará la isla peatonal y en ella habrá representantes de vecinos, comercios y diferentes colectivos (jóvenes, gente mayor, niños…) para poder dar su opinión. También el equipo técnico del proyecto comprobará in situ el recibimiento de la iniciativa e introducirá, si es necesario, las variaciones oportunas, incluso antes de que finalice el periodo de pruebas
Masana adelantó ayer que a esta primera fase seguiría una segunda más ambiciosa el próximo año destinada a consolidar la isla peatonal, en caso de que sea bien recibida. Para llevarla a cabo -esta segunda fase ya incluiría obras de envergadura- el Ayuntamiento cuenta con una subvención de 150 mil euros de la Diputació.