Vallés

Toti Garcia: “El voluntariado es el principal activo del pueblo”

Con la retirada del pino, una cena popular y el sorteo de un viaje al Sahara, en la plaza de Cal Baldiró, finalizaron el lunes por la noche las Festes de Sant Sebastià tras dos semanas de festejos. A esta actividad de clausura se sumaron unas 300 personas. A diferencia de otras ediciones, en esta el tronco que fue descalzado el lunes no se ha llevado al Parc de Bombers para ser quemado, sino que se ha cortado en diferentes trozos para la creación próximamente de una "biblioteca urbana natural". La idea, que la ha recogido la concejalía de Cultura tras haberse extendido por diferentes ciudades, no es otra que la de utilizar estos troncos para el intercambio de libros en la calle, de manera que las personas dejen en ellos ejemplares y otras los recojan para leerlos. Por eso, los troncos han sido perforados, para adecuar un hueco en su interior donde depositarlos.

Lo explicaba ayer Toti Garcia, presidente de la Germandat de Sant Sebastià, organizadora de los festejos. Y lo hacía con satisfacción, porque de alguna manera esta colaboración espontánea con el Ayuntamiento reflejaba el espíritu que ha hecho posible el éxito de los festejos: cooperación, voluntariado, ir todos a una. "Cuando los de aquí salimos fuera, a Matadepera se la conoce por su alta renta per cápita. Esa es la etiqueta que se nos cuelga. Pero somos mucho más, porque el principal activo del municipio es el voluntariado y las entidades", reivindicó Toti Garcia a modo de declaración de principios.

Alta participación
Así, unos 150 voluntarios vinculados a la Germandat, a los que hay que sumar miembros de entidades y colaboradores a título personal, han hecho posible que se llevasen a cabo las más de 70 propuestas que contemplaba el programa de esta edición.

"La valoración es muy buena. La climatología ha respetado las fiestas y hemos podido realizar todas las actividades. Estamos muy satisfechos porque ha habido una muy buena participación", afirmó ayer a modo de balance el máximo responsable de la Germandat de Sant Sebastià, quien adelantó que la junta de la entidad se reunirá el próximo lunes para valorar los festejos.

Toti Garcia resaltó como actos más masivos la Baixada del Pi, tanto la infantil como la de adultos (en esta segunda hubo 1.500 personas en la plaza de Cal Baldiró para recibir al tronco y sus portadores); el concurso de grimpaires, que pese al intenso frío, la humedad y la amenaza de lluvia reunió a un numeroso público, y la muestra gastronómica Tastets en el pabellón municipal. Esta última actividad fue especialmente emotiva ya que celebraba su cuadragésimo aniversario, motivo por el que contó con la presencia de la presidenta de la Diputació, Mercè Conesa.

Aunque sí las más masivas, no fueron estas las únicas actividades que lograron reunir a un numeroso público. Las habaneras, el espectáculo del monologuista Peyu, la grimpada infantil, la Fira de Sant Sebastià, los espectáculos infantiles, la procesión y el pasacalle o el Ball de l’Arbre fueron otras propuestas que obtuvieron una muy buena acogida.

Novedades
En cada edición, la Germandat de Sant Sebastià introduce -en torno a los actos que forman la columna vertebral de las fiestas, a la postre los más tradicionales- alguna novedad en su programa para que no decaiga su atractivo. Y este año no ha sido menos.

De entre las novedades, la más llamativa fue la ofrenda del pino a Sant Sebastià por parte de la Germandat al inicio de las fiestas en la parroquia de Sant Joan, de manera que el tronco permaneció en el altar mayor hasta su conclusión el lunes. Ese mismo día, el tronco se trasladó a la plaza de Cal Baldiró, donde se cortó en pequeños trozos para que aquellos que quisiesen se llevasen uno como recuerdo.

Otras novedades de esta edición fueron la dinamización de la Fira de Sant Sebastià, con espectáculos itinerantes; el embadurnamiento con carbón de la cara de los portadores del tronco en la Baixada del Pi, en homenaje a los antiguos carboneros, o el cambio de ubicación de las hogueras, que volvieron a su lugar original, en el lecho de la riera de Les Arenes a la altura del pabellón municipal.

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