Vallés

Conesa “ficha” al único edil del PSC para entrar en el Ejecutivo

La sociovergencia ha aterrizado en Sant Cugat. El equipo de gobierno liderado por la alcaldesa Mercè Conesa (Convergència) selló ayer un pacto con el PSC para incorporar a su único concejal, Pere Soler, en el ejecutivo local. Un acuerdo que la primera edil calificó de “positivo” para Sant Cugat, basado en una hoja de ruta que construirá “una ciudad socialmente justa, transparente y con más igualdad de oportunidades”, defendió. Tras este pacto, el equipo de gobierno pasa a tener doce regidores y se queda a uno de la mayoría absoluta.

El portavoz socialista pasará a ser teniente de alcalde de Empleo (en sustitución de la edil Esther Salat) y Políticas Comarcales (área de nueva creación) y tendrá dedicación parcial, lo que supondrá un incremento de un 6% del coste del cartapacio municipal.

Los dos grupos garantizaron el cumplimiento del pacto de estabilidad presupuestaria firmado por el ejecutivo con ERC y que sirvió para aprobar el presupuesto municipal de este año. Paralelamente a ese pacto, el ejecutivo firmó otro con el PSC vinculado también a las cuentas del Consistorio.

Con este acuerdo, el PSC vuelve a gobernar en Sant Cugat después de 30 años en la oposición. Ambas formaciones han elaborado un documento que apuesta por la cohesión social y económica, los equipamientos y la sostenibilidad, y el mantenimiento de la ciudad y la movilidad.

Esta acuerdo de gobernabilidad se centra exclusivamente en el ámbito local y no estará influido por la política nacional, donde los dos partidos están enfrentados por el proceso soberanista, dándose libertad en las votaciones sobre este tema en los plenarios.

“Mano tendida”
A la hora de incorporar nuevos socios en el ejecutivo, Conesa reconoció que “la opción preferente y prioritaria ha sido desde el primer día con ERC, por coherencia con el proceso que vive el país y con otros acuerdos”. Sin embargo, “a lo largo de casi dos años -continuó- hemos establecido puentes de diálogo con ERC, ha habido entendimiento, pero negativas reiteradas a entrar en el gobierno municipal”.

Por ello, el pacto con el PSC se debe a la voluntad del ejecutivo de mantener la “mano tendida” a todas las formaciones que quisieran “sumar”, declaró la alcaldesa. Y reiteró: “Como ERC no ha querido formar parte del gobierno, hemos mantenido la puerta abierta a otras formaciones que sí querían asumir estas responsabilidades”, para luego añadir que “valora” la estabilidad que han ofrecido hasta ahora los republicanos.

A vueltas con ERC, la primera edil dijo que “para nosotros, el pacto (de estabilidad presupuestaria) con ERC no está roto” y aseguró que por ahora no ha recibido ninguna comunicación de la formación.

Por su lado, Pere Soler remarcó que con su entrada en el ejecutivo “hemos querido mojarnos y ser responsables, además de coherentes con el presupuesto que ya pactamos”. Y subrayó: “Queremos demostrar que el PSC tiene capacidad de incidir en el gobierno local”.

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