La concejalía de Cultura ha llevado a cabo una intervención arqueológica en el Forn de Calderols, en la calle de la Ronda del Camí de Calderols, en el Pla de Sant Llorenç. El horno forma parte del Catálogo de Bienes Arquitectónicos y Arqueológicos del Ayuntamiento de Matadepera y de la Generalitat, junto con los restos del conocido como Mas Calderols y de unos bancales (sistema de cultivo en pendiente). El horno, del que se desconoce la fecha de creación -se trabaja con la hipótesis de que se construyese entre los siglos XV y XVII-, está seccionado, sólo es visible una parte y ha sufrido la erosión natural y humana. El resto arqueológico ya fue objeto de petición de estudio en 2009, cuando la Associació de Veïns del Pla de Sant Llorenç se ofreció para colaborar en su recuperación.
Ahora, por el interés que despierta el estudio y la protección del patrimonio local, el Ayuntamiento de Matadepera ha llevado a cabo esta actuación arqueológica, con el correspondiente permiso del departamento de Cultura de la Generalitat. Los trabajos se realizaron entre el 17 de octubre y el 4 de noviembre y corrieron a cargo de un equipo liderado por el arqueólogo e historiador Xavier Font. También forman parte del equipo la arqueóloga Maica Carmina y la arquitecta Anna Rabassa.
Las tareas han consistido en un trabajo de campo para calibrar el estado en que se encuentra el horno y si valía la pena recuperarlo. Tras constantar que se halla bien conservado -“tiene una entidad lo suficientemente consistente para museizarlo”- señala Font al respecto-, a esta primera fase seguirá ahora a inicios de este año una segunda que consistirá en museizar el horno para su conservación y difusión con el objetivo de ponerlo en valor y darle visibilidad.
La primera fase ha tenido un coste de unos cuatro mil euros y se prevé que en la segunda se invierta una cifra similar, con la colaboración económica de la AVV del Pla del Sant Llorenç.
“De lo que se trata es de intentar recuperar y preservar el patrimonio más relevante de Matadepera para conocer mejor su historia”, explica la concejal de Cultura, Núria Garcia, quien desvela que la intención es que a esta actuación sigan otras en otros puntos del municipio con esta misma finalidad.
En relación a la segunda fase de los trabajos, la museización del horno, la edil señala que será necesario crear una estructura para cubrirlo e impermeabilizarlo; variar el perfil actual de la acera y proteger su entorno. También se colocarán unos paneles informativos sobre cómo funcionaba el horno y el contexto histórico y socioeconómico en que se enmarca.
Los restos del Forn de Calderols son testigo del pasado rural de Matadepera, cuando las masías se autoabastecían de tejas y ladrillos para crecer. De hecho, las dificultades de transporte propiciaron que, antes de la industrialización, la producción de los principales materiales de contrucción (ladrillos y tejas) estuviese repartida por todos los pueblos situados en la falda de la montaña de Sant Llorenç.
La producción de las diferentes piezas se elaboraba en los hornos de obra, que también recibían el nombre de ‘teuleries’, ya que la teja era uno de los principales materiales que se hacían. Los hornos se situaban en lugares donde abundaban la arcilla (como materia prima), la leña (como combustible) y el agua (para trabajar la arcilla).
La estructura del Forn de Calderols fue seccionada longitudinalmente cuando hace unos 40 años se abrió la calle que transcurre justo al lado de lo que queda de él. Pese a todo, se encuentra en buen estado, apunta Font, quien añade que “visualmente es muy atractivo”. El horno conserva la cámara de cocción, la de combustión, la parrilla y una columna central circular.
En el libro electrónico “Matadepera: Patrimoni Cultural”, editado por el Ayuntamiento en 2014 y en el que Xavier Font participó elaborando los textos junto al archivero municipal, Jaume Munuera, se dedica un apartado al Forn de Calderols. Se explica que tiene una anchura de unos dos metros -anchura que tras la intervención arqueológica se ha precisado a casi tres- y que la entrada a la cámara de combustión ha quedado justo al nivel del pavimento de la calle, “y hasta hace pocos años se podía observar la columna central, de sección circular, que actúa como apoyo de la parrilla”. “En el corte -añade el libro- se cuentan cuatro fumarolas (fisuras provocadas por las altas temperaturas del horno) de sección rectangular de 12 cms de amplitud”.
Orígenes
Respecto a sus orígenes, “como hipótesis -explica la publicación- se plantea la posibilidad de que forme parte de los elementos de producción agraria propios de una masía, hoy desaparecida. En este caso, se observa la existencia de restos de muros, muy arrasados, al otro lado de la calle, justo unos metros más arriba, que corresponderían a parte del conjunto de la posible masía, afirmación que realizamos con prudencia ante la falta de datos arqueológicos”. Precisamente, datar la creación del horno y a qué masía pertenecía es una de las cuestiones en las que se trabaja ahora, de cara a ofrecer toda la información posible una vez que se museice.
En Matadepera existen dos hornos más con las mismas características, el de Can Garrigosa y el de Les Pedritxes. Este último fue objeto de una excavación arqueológica de urgencia en 1985.