Vallés

Las cabezas de ganado muertas ascienden ya a un total de 122

Ya son un total de 122 las cabras y ovejas muertas tras el ataque de dos perros al rebaño de la empresa ganadera La Vall S.C.P., del joven pastor matadeperense Pau Garcia, que antes de lo acontecido la noche del domingo al lunes estaba formado por unos 300 animales adultos y unas 40 crías.

Dos canes entraron en el recinto donde los animales dormían y los atacaron, causando la muerte directa de unos cuántos. Otros, pero, murieron asfixiados intentando huir. Algunos de los animales que sobrevivieron a la masacre han muerto en los días posteriores al ataque a causa de las graves heridas que sufrían.

Muchas de las cabras y ovejas muertas eran hembras preñadas o madres con sus crías. Además, muchas han abortado y según Francesc Closa, el veterinario contratado por el Ayuntamiento de Matadepera, es posible que otras lo hagan a lo largo de los próximos quince días. Y es que se trataba de un importante momento de gestación del rebaño, cuya época de parto máximo suele ser entre enero y febrero, explica el pastor Pau Garcia.

“Los animales fueron sometidos a un nivel de estrés brutal. Unos veinte o veinticinco murieron a consecuencia de los mordiscos pero la mayoría se apelotonaron en un rincón del recinto y se ahogaron”, comenta Closa. El veterinario señala que en estos momentos hay unos seis o siete animales en peligro pero “creo que no morirán todos, como mucho tendremos dos o tres bajas más aunque no lo puedo asegurar”.

Garcia se fue del recinto donde aquella noche durmieron los animales, en la zona de Can Torres, hacia las ocho de la tarde y no volvió hasta el lunes, a las seis de la mañana, por lo que se supone que los canes entraron al perímetro en algún momento comprendido entre las ocho de la tarde del 1 de enero y las primeras horas del día 2.

Rompieron el alambre
“Cuando volví encontré a los dos perros agotados, los até y les di un poco de agua. Creo que estuvieron allí durante muchas horas. Les debió costar pero rompieron el alambre que rodea el recinto con la boca; había marcas de sangre y de mordidas”, cuenta Garcia.

Tanto los perros como su propietario ya han sido identificados. El pastor ya ha denunciado los hechos a la policía y está estudiando qué acciones emprender. “Aún no sé que haré. No sé si emprenderé alguna acción legal contra el propietario o si solo haré un parte para las aseguradoras, para intentar recuperar el coste de los destrozos. Lo estoy estudiando con los abogados”, afirma Garcia. “Lo que no me parecería bien es que se sacrificara a los perros”, añade.

El Ayuntamiento de Matadepera, que ya expresó a principios de semana la preocupación por lo sucedido, ha puesto el caso en manos de sus servicios jurídicos. “No tenemos claro qué papel podemos jugar pero estamos muy atentos para ver cómo evoluciona todo. Nos preocupa que pueda volver a suceder una situación similar”, asegura el concejal de Medio Ambiente, Marcel·lí Bosch, que recuerda la importancia de una tenencia responsable de animales de compañía.

Además de su rendimiento para la industria agroalimentaria, el rebaño está contratado por la Associació de Defensa Forestal de Matadepera para ayudar en la prevención de incendios forestales. Tras el ataque, Garcia no sabe si podrá seguir colaborando con la ADF aunque espera poder continuar con esta labor, reponer los animales y tirar adelante con la empresa.

To Top