El Aplec de la ermita de Sant Miquel de Toudell, celebrado el domingo, volvió a ser este año multitudinario. La ermita románica y su entorno natural, en el polígono industrial de Can Mir de Viladecavalls, volvió a reunir a numerosos vecinos del municipio en una de las fiestas más populares de la localidad, donde predomina el ambiente familiar y en la que se combinan las actividades más tradicionales con otras más culturales para satisfacer todos los gustos.
El encuentro, que lleva celebrándose desde el siglo XIX, lo organiza desde hace una década la Associació Amics de Sant Miquel de Toudell, entidad que fue creada precisamente para dar a conocer y promocionar la ermita como patrimonio del municipio y la comarca. En el aplec colaboran el Ayuntamiento de Viladecavalls y la parroquia de Sant Martí de Sorbet. Como en ediciones anteriores, hubo misa, baile, sardanas y una comida popular, entre otras actividades.
El aplec se inició a las diez de la mañana con una caminata desde el núcleo urbano hasta la ermita por la antigua carretera de Terrassa a Viladecavalls. Una vez en la ermita, se celebró una misa en el exterior del edificio románico, que contó con la presencia de mosén Joan Làzaro, rector de Viladecavalls. En la ceremonia se cantaron los gozos a Sant Miquel.
Concurso de pintura rápida
Tras un pequeño desayuno, comenzó la actuación del Esbart Egarenc del Centre Social de Terrassa. Este año, como novedad, algunos de los bailes del Esbart estuvieron acompañados por la música del grupo Tocats del Grall. A continuación, hubo una paella popular a la que se sumaron unas doscientas personas.
El aplec contó además con un concurso de pintura rápida, al que se sumaron los ilustradores Pol Serra y Montse Rubio para acompañar y animar a los participantes. Se habilitó también una parada de Cerveses La Mola, cuya cerveza artesanal se elabora en el mismo polígono de Can Mir.
Una de las curiosidades de esta edición fue que en el interior de la ermita se instaló por primera vez (y para quedarse) una maqueta del edificio, obra del vecino de Viladecavalls Pere Bercero, fallecido el pasado mayo.