La carretera C-58 a su paso por Matadepera y Viladecavalls (también conocida popularmente como autovía de la Bauma) tiene fama de ser poco segura, una reputación ganada a pulso a tenor del alto índice de siniestralidad que presenta la vía desde hace años y que no cesa. Ni el aumento de radares ni otras medidas que se han ido tomando en el pasado han frenado la sangría de accidentes, que con estas nuevas obras, de gran envergadura, se pretende frenar. La última víctima se registró el pasado 2 de octubre, en un día de lluvia, que es cuando suelen ocurrir la mayoría de accidentes en esta vía. En aquella ocasión se trató de un choque entre dos vehículos. Sólo una semana antes de esa tragedia hubo otro accidente -chocaron frontalmente un turismo y una furgoneta- con seis heridos, uno de ellos grave, y el pasado día 18 (domingo) colisionaron por alcance cuatro vehículos, con siete heridos leves. Suma y sigue.