CiU no ofreció durante el pleno precisamente una imagen de solidez. Apareció su portavoz, la terrassense Eva Salvador, en solitario, tras la deserción de Maria Lluïsa Ponce (vecina de Ullastrell), que se sentó en el bando del equipo de gobierno, y la baja de Carme Arcas (terrassense) por problemas de salud. En su momento, cuando la formación logró tres concejales, el que iba de número 3, el terrassense Ignasi Freixa, ni siquiera recogió su acta de edil, por lo que entró Arcas en su lugar. Como habrán podido adivinar, CiU presentó en las pasadas elecciones una lista cuyas cuatro primeras posiciones no las ocupaban militantes de Rellinars, sino de fuera. En aquel momento, CiU explicó que esto era así porque sus candidatos naturales se sentían “acosados y amenazados”. En el pleno de ayer, desde el equipo de gobierno, ERC habló más bien de “candidatura fantasma” y dio a entender que la agrupación de CiU está debilitada. Ponce incluso llegó a decir que había una maniobra orquestada por CiU para que, tras las elecciones, los primeros puestos de la lista dimitiesen y entrasen los siguientes, de Rellinars. Salvador lo negó. El acta de concejal que deja Arcas pasará al exalcalde de CiU Albert Ferrer.