El líder de Podemos, Pablo Iglesias, presentó ayer en el pabellón de Can Roses de Rubí la candidatura de Sí Que Es Pot para el 27-S, encabezada por Lluís Rabell y formada por su propio partido en coalición con ICV, EUiA, EQUO y personas independientes vinculadas a movimientos sociales. Y lo hizo ante un público entregado que llenó prácticamente por completo la zona del pabellón habilitada para el mitin.
Iglesia, que fue recibido por todos los asistentes en pie al grito de “¡Sí se puede!”, lema que fue luego jaleado en varias ocasiones durante su intervención, ofreció un discurso especialmente duro con “la vieja política y los viejos partidos”, a los que culpó de ser el principal freno para el progreso de Catalunya y España y de los que dijo abiertamente que “hay que sacarlos” del escenario político.
Enérgico y encendido se mostró también Iglesias al referirse al presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, y al presidente de la Generalitat, Artur Mas, contra los que arremetió diciendo que “comparten su desprecio por las clases populares, esa gente de barrio que el día 27 tiene que sacar los dientes e ir a votar”. “A Rajoy y a Mas hay que echarlos”, espetó después.
El líder de Podemos afirmó que Catalunya tiene un problema político “muy complejo” con dos dimensiones: su relación con España, por un lado, y la corrupción y los recortes sociales, por otro . “Nosotros -dijo- ofrecemos una solución: el derecho a decidir y un proceso constituyente, que se puede extender a otros lugares de España, para garantizar los derechos sociales, blindar los servicios públicos, solucionar las cuestiones territoriales e ir contra la corrupción”.
“La soberanía que propugna Mas no es compatible con una forma de gobierno que estafa a los ciudadanos”, espetó Pablo Iglesias en un momento dado del mitin, para luego acusar (de nuevo) a Mas de “esconderse detrás de los progresistas”, en alusión a que no encabece la lista de Junts pel Sí para el 27-S.
¿Qué Catalunya ha dejado Mas?, se vino a preguntar Iglesias al afirmar que uno de cada cuatro desahucios que se producen en España se ejecutan en Catalunya, donde el 21% de su población está en riesgo de pobreza y donde desde que gobierna Mas hay mil médicos y tres mil maestro menos. “Por no hablar del 3% o de los que se enarbolan en la bandera y tienen cuentas en Suiza”, remachó.
Con el látigo
A la calificación de “súbdito oprimido” con la que se autobautizó Mas en un artículo al hablar de la relación de Catalunya con España, Pablo Iglesias replicó indignado: “¿Súbdito oprimido? ¿Como el padre de familia que lo desahucian porque no puede pagar al banco?”. Y reiteró: “Mas no sabe lo que son las clases populares, las mismas que salieron a la calle para reclamar los derechos de Catalunya cuando no se podía salir. ¿Dónde estaba él?. En Pedralbes no os van a enseñar lo que es ser catalanes”. Y, de nuevo, ovación cerrada al grito de “¡Sí se puede!”.
“Le vamos a dar sexo a Mas, le vamos a dar látigo en esta campaña”, dijo en tono más irónico Pablo Iglesias. “Que si Ana Rosa quiere ducharse en la ducha de uno, que si Elvira Lindo habla de no se qué polvo en la cocina y parece que a Lluis Llach también le interesa el sexo. Pues bien, si quiere le vamos a dar sexo a Mas, le vamos a dar látigo en esta campaña”, prometido.