Vallés

Mireia Solsona: “Ver disfrutar a la gente es lo que más me gusta de la fiesta”

¿Qué representa para Matadepera su fiesta mayor de verano?

Un momento de ilusión, de fiesta y de reencuentro después de las vacaciones y antes de empezar con la rutina diaria.

¿Cuales son los rasgos característicos de los festejos?

Sobre todo la alta participación de la población en las diferentes actividades del programa. Las entidades también tienen una implicación muy importante en la organización y el desarrollo de la fiesta. Se trata de una fiesta creada por y para la gente del pueblo, una fiesta hecha a medida de sus habitantes. Es tan variada, con tantos actos en tantas horas diferentes y para tantos públicos distintos, que acaba siendo muy participativa porque, poco o mucho, la gente encuentra una actividad donde ir.

Dice que la implicación de las entidades es muy importante, ¿hasta qué punto?

El Ayuntamiento, en solitario, no podría tirar adelante la fórmula actual de fiesta mayor sin las entidades. Por eso suponen un valor importantísimo.

¿Cuesta mucho implicar a los vecinos de las urbanizaciones en una fiesta mayor con todos sus escenarios en el núcleo urbano?

No. Participa gente de todas las partes del municipio, sobre todo porque es una época del año en que hace ilusión, tras finalizar las vacaciones, reencontrarse con los vecinos. La fiesta mayor tiene eso, la idoneidad de unas fechas que invitan a reencontrarse. Incluso hay gente que vuelve de sus lugares de veraneo un día antes de que empiece para no perdérsela.

¿Los “tastets” de las entidades o el “Sopar de Germanor” irían en esa línea de favorecer el reencuentro?

Ya lo creo. Las cenas en la calle son un éxito y cada vez participa más gente. Además, como son las entidades las que montan los “tastets” e implican a todo el municipio, eso hace que participe gente de todas partes, tanto si vive en el núcleo urbano como en las urbanizaciones.

El modelo actual de fiesta mayor, en el que se da mayor protagonismo a las entidades, tiene poco que ver con el de la década de los 70 y 80, en que se acostumbraba a traer figuras artísticas de primer nivel. Explique esa evolución.

Tuve la suerte de participar en las fiestas mayores de aquella época como colaboradora. Recuerdo pasarlo muy bien. Eran unas fiestas sonadas. Eran otros tiempos y habían menos oportunidades de ir a espectáculos. Por eso, lo que hacía por aquel entonces el grupo de personas voluntarias que organizaba la fiesta mayor al traer grandes figuras era admirable. Todo el trabajo que hacían, que era muy intenso, era admirable.

Y la fórmula actual, consolidada desde hace años, renunció a seguir trayendo grandes artistas.

Los precios de los grandes artistas son difíciles de asumir para un ayuntamiento como el nuestro, con un presupuesto ajustado y que ofrece de forma gratuita todas las actividades. El modelo actual, basado en la participación y la contención del gasto, choca con traer grandes artistas porque nos trastocaría el presupuesto. Si la fórmula actual funciona, mejor no tocarla.

¿Qué se puede mejorar del modelo actual?

La comisión de fiesta mayor siempre hace una valoración de cómo han ido los festejos. Y lo que no acaba de funcionar se intenta mejorar. Últimamente se están introduciendo mejoras sobre todo en temas de seguridad. No sólo porque la normativa obliga, sino también porque queremos que, por encima de todo, la fiesta sea fiesta.

¿De qué se siente más orgullosa del conjunto de la fiesta?

Me gusta, sobre todo, pasear por las calles y ver que la gente disfruta. Eso es para mí lo mejor de la fiesta mayor, que la gente la disfrute y que haya convivencia de pueblo.

¿Cuales son las actividades más emblemáticas?

El pregón, el pasacalle de los ‘gegants’, el ‘Sopar de Germanor’, la chocolatada familiar con el espectáculo infantil, las sardanas, los ‘castellers’, las actividades deportivas, no sé, hay muchas cosas…

¿Cómo recuerda la fiesta mayor cuando era niña?

Me hacía mucha gracia que se montase una carpa. Yo vivía en Barcelona y veraneaba en Matadepera, y al ver la carpa por fiesta mayor me hacía mucha gracia.

¿Y de joven?

Me encantaba el baile de gala. Los chicos y las chicas íbamos todos muy elegantes. Nosotras con vestido largo y ellos con americana. Tengo muy buenos recuerdos de aquellos bailes de gala…

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