La teniente de alcalde de Bienestar y Ciudadanía de Sant Cugat, Susanna Pellicer, visitó recientemente los huertos de Can Monmany, donde los Servicios Sociales del Ayuntamiento y la cooperativa L’Ortiga impulsan, por segundo año consecutivo, un proyecto de inclusión social a través de la horticultura ecológica dirigida a personas en situación de vulnerabilidad social.
El objetivo es luchar contra la exclusión social utilizando la agricultura ecológica como herramienta que permite fomentar la autonomía y la autoestima, además de convertirse en un complemento alimenticio fresco y de calidad, y cubrir necesidades de carácter interpersonal en un proyecto colectivo.
Habilidades
El proyecto de los huertos de Can Monmany forma parte del plan municipal de inclusión y destaca por los beneficios físicos, mentales y sociales que conlleva a las personas que participan en la experiencia. Con este programa “los participantes mejoran sus habilidades motrices, aumentan su autoestima y autonomía, y mejoran sus habilidades sociales y crean nuevos vínculos”, resaltó Pellicer.
El programa combina la formación teórica -con una diversidad de metodologías- con la práctica en las catorce parcelas de la finca de Can Monmany. Los participantes, derivados de los Servicios Sociales, empezaron su participación el pasado abril y la acabarán en diciembre.
En esta segunda edición hay 17 personas inscritas. Gracias a la formación recibida, cuatro ya han encontrado un empleo y una de ellas ha recibido una oferta de trabajo en firme. En la edición del año pasado, participaron 15 personas y se lograron dos inserciones laborales.