El incendio de la Ribera d’Ebre seguía ayer por la tarde descontrolado tras afectar desde el miércoles más de 6.500 hectáreas, lo que obligó a confinar a los vecinos de Bovera (Lleida) en plena ola de calor en Catalunya, que afronta una situación “crítica”, según el president Quim Torra. El incendio, originado por una mala gestión del estiércol de una granja de pollos en La Torre de l’Espanyol (Tarragona), avanzaba ayer tarde sin control pese al trabajo de más de 350 efectivos de los Bombers y de 230 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), a la que Torra agradeció “especialmente” su colaboración.
El conseller de Interior, Miquel Buch, insistió en que el incendio de la Ribera d’Ebre, que ha obligado a evacuar a unas cincuenta personas de masías aisladas, tiene una potencialidad para afectar unas 20 mil hectáreas, lo que le convertiría en uno de los más graves de las últimas décadas en Catalunya.
El presidente Torra advirtió de que la situación puede ser “crítica” en toda Catalunya, especialmente por la “excepcional climatología”, en plena ola de calor en la que hoy se llegará al día más caluroso, por lo que es “absolutamente vital” seguir los consejos de los servicios de emergencias.
Mientras los Bomberos siguen trabajando sobre el terreno para controlar el incendio de la Ribera d’Ebre, aún sin previsión de poder hacerlo, la Generalitat prohibió ayer la siega durante 48 horas y por la noche cerró las montañas de Montserrat, les Gavarres y Cadiretes, tras haber impedido ya el paso a las de Montsec, Montsant y Ports de Tortosa. Además, el Govern también ha pedido a los ciudadanos que mientras dure la ola de calor eviten acudir a la montaña, dado el alto riesgo de incendio. “Lo que menos nos interesa es tener a gente en la montaña, porque se les podría tener que rescatar. Pueden ir la próxima semana”, indicó Buch.
Tanto Torra como Buch agradecieron la labor de todos los equipos de bomberos, protección civil, sanitarios y policiales implicados en las labores de extinción y prevención de incendios y “especialmente” de la UME.
“Desde el primer momento que se ha requerido la ayuda de otros cuerpos la hemos tenido. Lo único que podemos hacer es agradecer las ayudas que hemos recibido, igual que las prestamos nosotros en casos contrarios. Estamos hablando de un incendio, no es una cuestión de límites ni de color de uniformes, sino que es una cuestión que ante una catástrofe lo único que podemos hacer es ayudarnos, sea de una comunidad autónoma de un lado, de otro país o de otro estado”, indicó Buch.
Por su parte, la vicepresidenta en funciones del Gobierno, Carmen Calvo, que ayer visitó la zona del incendio, pidió que “nadie corra riesgo”, ya que la comunidad catalana afronta un fuego “muy complejo”. Calvo destacó que el Gobierno ha enviado a la UME para “dar una respuesta rápida” y “leal con todas las comunidades autónomas”.
En el flanco derecho del incendio los bomberos van por el “buen camino”, según Buch, aunque aún no han podido abatir la línea que se dirige hacia Bovera (Lleida), donde se ha confinado a los vecinos.
Estiércol
El fuego también se dirige hacia Maials (Lleida), donde también se ha pedido que se encierren en sus casas las personas vulnerables, como medida de precaución.
Ayer tarde, las llamas iban en dirección contraria a la central nuclear de Ascó (Tarragona), que también queda protegida de la línea de fuego por el Ebro.
La principal hipótesis de los Agentes Rurales es que el incendio de la Ribera tiene su origen en una “mala gestión” del estiércol en una granja de pollos en La Torre de l’Espanyol, donde se apiló la gallinaza en una zona que no correspondía y entró en autocombustión por el viento y el calor.