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Una veintena de ‘menas’ buscan salida laboral a través de la hostelería y el fútbol

La hostelería como salida laboral y los valores que transmite el fútbol son los dos ejes del programa de formación que una veintena de Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) recibe estos días en Lloret de Mar de la mano de la Fundación Climent Guitart y la Fundación Barça.

Los jóvenes reciben en las instalaciones del Hotel Guitart Central Park clases sobre cocina o servicio en sala y talleres específicos, como uno sobre cómo hacer un buen café, y combinan todo ello con ejercicios deportivos de la mano de expertos en los que se potencian cualidades como el trabajo en equipo.

Empresas del sector de la hostelería se han reunido por turnos con estos MENA en lo que se conoce en términos británicos como ‘Speed Dating’, una especie de ‘citas rápidas’ para ver si las necesidades de ambos pueden casar en forma de empleo.

La iniciativa parte de un acuerdo entre la Fundación Barça, dedicada al ámbito deportivo, y la Climent Guitart, que trabaja en la formación de profesionales del sector turístico y en la promoción de este último.

La situación con estos emigrantes sin referente adulto, como se refieren a ellos los especialistas que cuidan de su bienestar, motivó la puesta en marcha de este proyecto piloto, que busca darle una puerta de entrada al mercado laboral a un colectivo necesitado de insertarse en la sociedad.

Dos de estos jóvenes, ambos ya mayores de edad, son Moustapha (Senegal) y Oussama (Marruecos), que derrochan ilusión por salir de Lloret de Mar con una oferta sobre la mesa o, al menos, con una baza a explorar.

El primero, entre clases de cocina y práctica deportiva, aprovecha para explicar que, para ellos, es “más difícil” encontrar trabajo, porque necesitan formarse cuando la mayoría de autóctonos ya lo ha hecho a su edad y también por las dificultades con el idioma.

En la hostelería, cree sin embargo que su dominio del francés, castellano, catalán y de su lengua local senegalesa le puede ayudar y entiende que se encuentra ante “una buena oportunidad”.

Moustapha considera que ese respaldo que recibe de la Fundación Barça y de la Climent Guitart es tanto para él como para su familia, a la que tiene que ayudar en su país de origen.

Las entrevistas rápidas con empresas del sector interesadas en captar mano de obra le han parecido “muy bien” y espera que, a través de la hostelería, se le abra una puerta en forma de trabajo, aunque mira de reojo los colores azulgrana y expresa su ilusión por tener cerca de alguna manera a un club al que ya seguía en Senegal.

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