Agentes de los Mossos d’Esquadra de la División de Investigación Criminal de Granollers han desarticulado una banda que se había especializado en robos en viviendas y que había actuado en diferentes municipios, entre ellos Matadepera. Los detenidos son dos hombres, un menor y una mujer, de edades comprendidas entre los 17 y los 30 años, de nacionalidad chilena y con domicilio en Barcelona. Tras pasar a disposición judicial, los tres adultos ingresaron en prisión y el menor quedó en libertad con cargos.
La investigación se inició el 7 de mayo, cuando agentes de paisano de la comisaría de Mossos de Sant Adrià del Besòs identificaron a los cinco ocupantes de un todoterreno sospechoso. En el registro del vehículo, los policías encontraron varias herramientas de las que se utilizan habitualmente para llevar a cabo robos con fuerza en domicilios. Los policías lo pusieron en conocimiento de los investigadores, dado que las personas identificadas eran susceptibles de dedicarse a esta práctica delictiva.
Durante la investigación, llevada a cabo con el juzgado de instrucción número 2 de Granollers, los agentes pudieron identificar a la totalidad de integrantes del grupo, además de acreditar seis robos entre el 10 y el 21 de mayo en las poblaciones de Matadepera, Ametlla, Lloret, Sant Andreu de la Barca y Olivella, en dos ocasiones.
Los miembros del grupo se trasladaban hasta el lugar de los robos en vehículos que cambiaban con frecuencia para evitar una eventual detección policial. Además, tomaban muchas medidas de autoprotección en la conducción para asegurarse de que ninguna patrulla los siguiese. Tenían cierta movilidad territorial y preferentemente cometían los robos en localidades de la conurbación de Barcelona.
Ventanas
La banda solía actuar por las mañanas o a primera hora de la tarde, franjas donde es habitual que las viviendas estén vacías ya que muchas personas están en el trabajo. Una vez que estaban en la casa que querían violentar, buscaban una puerta o ventana que dispusiera de pocas medidas de seguridad y las rompían con destornilladores o palancas. Los cacos, preferentemente, buscaban joyas, dinero en metálico u objetos que tuvieran una buena salida en el mercado negro, como dispositivos electrónicos.
Cuando ya habían consumado el robo se iban del lugar de manera discreta y adoptando las máximas medidas de autoprotección.
El día 21 de mayo, los Mossos detuvieron a los integrantes del grupo, después de consumar un robo en la localidad de Olivella (Garraf). Los investigados, cuando advirtieron la presencia policial, trataron de huir y embistieron el vehículo de los agentes. A pesar de que tras el impacto trataron de escapar a pie, los Mossos los pudieron detener poco después.
Ese mismo día se llevó a cabo la entrada y registro en el piso donde residían en Barcelona y se intervinieron una gran cantidad de los objetos que habían sustraído: joyas, relojes, dispositivos electrónicos, ropa y varias herramientas.