Comarca

Los vecinos de Can Mir abren sus casas al municipio

La asociación Amics de Sant Miquel de Toudell organizó el domingo por la mañana la primera visita guiada a las casas del polígono industrial de Can Mir, patrimonio histórico del municipio y muy desconocidas para los vecinos de la localidad. La actividad, con un tono festivo y reivindicativo, también sirvió para presentar la nueva asociación de vecinos Les Casetes de Can Mir, creada para reclamar un entorno más digno y abrir este patrimonio a toda la localidad. Las casas de Can Mir se construyeron en 1840 y están ubicadas en la entrada del actual polígono -que llegó después-, muy cerca de la ermita de Sant Miquel de Toudell.

Por tanto, el domingo fue la primera vez que los residentes de las casas de Can Mir abrían las puertas de sus hogares para mostrar el interior de estas construcciones del siglo XIX. Acudieron a la visita guiada unos 150 vecinos. De hecho, muchos lugareños desconocían su existencia y otros las habían visto siempre de lejos, pero ignoraban su relevancia y su buen estado de conservación.

Pero más allá de poder conocer de primera mano el valor patrimonial de las casas, los asistentes agradecieron especialmente que los propios propietarios protagonizasen la visita guiada y explicasen un buen puñado de anécdotas familiares o de carácter histórico.

Herramientas
Las explicaciones estuvieron acompañadas dc una exposición de fotos y retratos del pasado de las familias propietarias de las casas y de una muestra de herramientas del campo, de productos gastronómicos artesanales y de alimentos muy habituales hace unos años, como el pan con vino y azúcar.

El punto reivindicativo de la jornada lo puso la pancarta colgada en las fachadas de las edificaciones, en la que se podía leer: "Casetes de Can Mir. Per un entorn més digne". La intención era que los visitantes tomasen conciencia de la dejadez del entorno de las casas y de la amenaza que supone la posible construcción de nuevas naves industriales a su alrededor, e incluso delante de las mismas.

La alcaldesa de Viladecavalls, Cesca Berenguer, y representantes municipales de diferentes partidos asistieron a la visita, tomaron nota de la situación y se comprometieron a mejorar el entorno de las casas y a darles visibilidad como patrimonio arquitectónico e histórico único en la localidad.

Una chocolatada, juegos infantiles, las habaneras de Vent de mestral y una sesión de música catalana actual con el dj Pam Pool completaron la jornada.

Hace muchos años las casas de Can Mir estaban rodeadas de campos, bosques, huertos y viñas. Pero los terrenos se convirtieron en industriales y el entorno quedó ocupado por fábricas, que conforman un polígono industrial cada vez más hostil para los vecinos de esas casas.

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