“Algunos sentíamos la necesidad de que cuando pasa una cosa como esta se recuerde, para que no se olvide. La noticia de la muerte de Ramon, Manolo y Marta fue muy grande cuando ocurrió, pero no se los ha mencionado nunca más”. Fueron ayer las palabras de Irene Sarlé, una de las catorce supervivientes del fatídico incendio de 1994 en Collbató, durante el acto en memoria de las víctimas organizado por el Ayuntamiento en la plaza de la Inmaculada. Familiares y amigos recordaron a los fallecidos en un sencillo homenaje al que asistió el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart, el primer teniente de alcalde Isaac Albert y parte del nuevo ejecutivo.
Ramon Bonet, Marta Rosa y Manolo Gordillo perdieron la vida el 4 de julio de 1994 cuando huían del fuego. Junto a 14 monitores y amigos del barrio de Egara, habían acudido al merendero de Collbató a disfrutar de una barbacoa. En la carrera huyendo de las llamas, Manolo y Marta no consiguieron llegar al refugio donde sus amigos lograron salvar la vida. Ramon Bonet decidió regresar a rescatar a Marta y falleció víctima de un shock térmico.
Ayer, familiares -entre ellos la madre de Ramon-, supervivientes y amigos depositaron 25 rosas blancas en recuerdo de las víctimas y “en homenaje a tres personas que ya no están -comentó Irene Sarlé, viuda de Ramon Bonet-. Nosotros podemos dar gracias a esta segunda vida. En 1994 teníamos entre 19 y 30 años y hoy todos tenemos 25”.
Durante el homenaje, una de las integrantes del esplai de Egara que no viajó a Collbató recordó como aquel 4 de julio, lunes festivo de Festa Major en Terrassa, en el barrio “se paró el mundo” cuando la dramática noticia llegó a la ciudad. Veinticinco años después, “la tragedia ha hecho que el grupo de amigos sea mucho más fuerte”.
Durante los parlamentos, Ballart insistió en la importancia “de recordar sus nombres y decirlos bien alto” porque “es la única manera que tenemos de decir que los echamos en falta y que querríamos que no hubiera pasado nunca”. El alcalde explicó que “no podemos evitar todas las desgracias” pero “no podemos resignarnos y debemos hacer lo posible para que no vuelvan a ocurrir”.
En su discurso, Ballart hizo referencia al reciente incendio de Ribera d’Ebre y al peligro que azota a los bosques en un verano de calor extremo como el actual. “Cada uno de nosotros puede hacer alguna cosa -dijo-. Depende de todos nosotros ser prudentes y responsables” para evitar “que no ocurra otro caso como este”.
El homenaje de ayer fue también , dijo, “un abrazo de solidaridad” con todas las personas que recuerdan a Marta, Ramon y Manolo.